Pintan mal las cosas para SsangYong, y es que sus acreedores, encabezados por Korea Development Bank (KDB) están exigiendo que si SAIC no se hace cargo de cubrir las deudas de su subsidiaria llevarán al fabricante coreano hacia la liquidación con el fin de tratar de cobrar las deudas.
SsangYong debe alrededor de 190 millones de euros a KDB, y además se le niega una nueva línea de crédito, con lo que la falta de recursos de la marca podría hacer que tuviera que cesar de todas sus actividades. Mal comienzo de año para la marca de todo-terrenos coreana, que parece que no sobrevivirá por mucho tiempo.
