Por simplicidad, se ha convenido que en todo cuerpo existe un punto, llamado Centro de gravedad, donde suponemos que está concentrado todo el peso de dicho cuerpo. En un hombre, estando de pié, éste punto se sitúa a la altura de la próstata y en un vehículo, suele coincidir con su centro geométrico.

image

Naturalmente, en movimiento, esta fuerza de atracción de la Tierra continúa sin importar en que dirección lo haga. Sin embargo y aunque aparentemente todo sigue igual, el centro de gravedad, que ha permanecido inalterable cuando estaba parado, al moverse, se traslada cuando aceleramos, frenamos o cambiamos de dirección. Estas traslaciones del peso del vehículo y por tanto de su centro de gravedad, resultan imprescindibles que las tengamos en cuenta a la hora de conducir cualquier vehículo.