Audi S1 Quattro 2.0 TFSI (1)

Hoy os traemos la prueba de un pequeño matagigantes. Un vehículo que, muy seguramente, no será nunca un superventas. Este pequeño deportivo no sólo enamora por sus buenos acabados y terminaciones. Por tener todas la novedades electrónicas y estar al día en cuanto a seguridad activa y pasiva. Su gran baza esta debajo del capó. Que en conjunto con una tracción total permanente Quattro nos permitirá sacarle todo el jugo a esta pequeña maquina definitiva.

Hablamos del nuevo Audi S1, dotado del popular y extendido dentro del grupo VAG motor de 2 litros de cubicaje TFSI, en esta versión con inyección directa e indirecta. Con mayor PAR disponible y consumos aún más ajustados.

El Audi S1 es un pequeño compacto de menos de 4 metros de longitud, con un peso en vacío de 1390kg. La tracción total y el peso extra del motor de 2 litros y 231cv se dejan notar en la báscula.

Aun así, es un vehículo tremendamente rápido y efectivo. Muy efectivo. Que permite realizar una conducción muy rápida sin apenas esfuerzo por parte de su conductor.

Sorprende, sobre todo, su excelente paso por curva, dejando notar desde primer momento que es un vehículo muy asentado. Con una dirección muy rápida, directa e informativa de pocas vueltas.

El empuje del motor es determinante desde muy bajas vueltas, siendo su empuje definitivo en torno a las 2000 revoluciones en adelante. Donde el motor presenta un par disponible de 370Nm. Subiendo de vueltas con fuerza y velocidad. Hayamos el corte de inyección sobrepasadas las 6500 revoluciones.

La manera de entregar la potencia se vuelve más violenta si hacemos uso del modo Sport que dispone esta versión S1 de Audi. Dotando de mayor virulencia a la respuesta del acelerador. Con un sonido más grave proveniente del motor y sistema de escapé. Un sonido bonito y bien trabajado que para nada es estridente ni cargante. Eso sí, para viajes largos lo mejor es hacer uso de un modo más relajado. Como el modo Efficiency, ahorro de combustible sin merma en las prestaciones disponibles.

Externamente nuestra unidad, gracias al color Amarillo Vegas no pasó desapercibido en ningún momento entre otros conductores. Tampoco entre los viandantes.

Y no sólo llamaba la atención su color. El Audi S1 es fácil diferenciarlo con versiones menos potentes del Audi A1. Sus llantas de mayor tamaño y sección, pinzas de freno específicas. Paragolpes también específicos para esta versión. Y sobre todo las cuatro salidas de escapé traseras. Que si bien pueden parecer exageradas para un vehículo de este tipo, no solo le otorgan una imagen más deportiva al conjunto. Si no que también son perfectamente funcionales y presentan un bonito y agradable sonido.

En el interior nos toparemos con unos asientos forrados en piel capaces de abrazar estupendamente el cuerpo en las situaciones más complicadas. El puesto de conducción no difiere mucho de otras versiones del Audi A1, como por ejemplo la dotada del motor 1.4 TFSI de 185cv que probamos aquí hace un tiempo.