Nos ponemos al volante del Renault Mégane Berlina con el acabado Bose. Un nuevo acabado que se presenta muy surtido de opcionales. Como su nombre indica viene dotado de un muy correcto equipo de música firmado por Bose. Con unos altavoces, también de la misma firma. Que permiten un sonido más claro y limpio que el sistema de serie.
Con anterioridad probamos el Mégane con acabado GT Style que montaba el propulsor que a buen seguro es y será el más vendido. El 1.5 dCi de 110cv. Nos gustó mucho su funcionamiento y, por supuesto, sus bajos consumos sin ser muy cuidadosos con el acelerador.
La unidad objeto de esta prueba montaba un motor que, a nuestro juicio, es un duro rival para el 1.5 dCI y 1.6 dCi. El 1.2 TCe de 115 y 130cv respectivamente es un motor con un funcionamiento muy bueno. A pesar de su baja cilindrada se muestra contundente en bajas vueltas y los 130cv se dejan notar a la hora de acelerar con decisión. Es en la parte alta del tacómetro donde se puede apreciar falta de “punch”.
El puesto de conducción es realmente cómodo y de fácil adaptación, en pocos minutos estaremos a gusto conduciendo sin preocuparnos si estamos demasiado cerca del volante o muy retirados. El salpicadero, de estética seria, es limpio en cuanto a botonería, es decir, no abusa de demasiados botones para el manejo de la radio, equipo de música, opciones del ordenador de a bordo, climatizador, todo queda centrado en un mismo sitio siendo fácil de usar. Los asientos son de un aspecto deportivo, buenos pétalos laterales que otorgan una sujeción lateral correcta. Cuentan con una dureza justa que no cansa en viajes cortos y que se agradece en viajes largos.
El acabado Bose le proporciona al Mégane un aspecto más deportivo externamente, con paragolpes específicos y unas llantas a juego con el conjunto.
La unidad probada venia dotada del sistema multimedia con R-Link, donde también podíamos interactuar con el navegador o el ordenador de a bordo. Al tratarse de una versión eco2 podemos también ver en todo momento en el apartado eco los datos de consumos y ver la puntuación que el propio vehículo nos otorga según conduzcamos. Buscando como prioridad la austeridad en el consumo de carburante. A menor consumo mejor puntuación. Se premia también la anticipación, el uso del Start&Stop o no abusar del acelerador. Ni subir en exceso de vueltas el motor.
El 1.2 TCe en su versión de 130cv da mucho juego en este aspecto, es un motor que ya de por si cuenta con unos consumos muy ajustados. Y unas brillantes prestaciones en todo momento, los 130cv dan mucho de sí a la hora de requerir la máxima aceleración del propulsor.
