Skoda Fabia 1.2 TSI Monte Carlo (14)

Esta semana os traemos la prueba del Skoda Fabia versión conmemorativa Monte Carlo. No solo el Fabia dispone del acabado Monte Carlo, recordareis que hace unos meses probamos para vosotros el Skoda Yeti también con acabado Monte Carlo.

El acabado Monte Carlo dota al Skoda, en este caso el Fabia de un aspecto externo impactante y más deportivo. Que en combinación con unos paragolpes específicos, llantas y faros termina de rizar el rizo.

El interior, a su vez, también cuenta con modificaciones gracias al acabado Monte Carlo, desde unos asientos deportivos con tela específica al atrayente vinilo del mítico Skoda de Rallye.

El puesto de conducción, en cuanto a habitabilidad y comodidad no difiere de otros Fabia. Los múltiples reglajes del asiento y la posibilidad de poder regula en altura y profundidad el volante facilitan encontrar en cuestión de segundos la mejor postura ante el volante.

El acabado Monte Carlo sólo se asocia a las mecánicas más prestaciones que el Fabia puede montar. En el caso de motor diésel; el 1.4 TDI de 105cv y, en el caso de motor gasolina el 1.2 TSI de 90cv y 110cv que hemos probado.

La verdad es que la diferencia en potencia es mínima, pero a nivel de sonoridad, confort y calidad acústica el 1.2 TSI es el claro vencedor. A penas inaudible desde el habitáculo y nada de vibraciones percibidas. Y los 110cv son muy aprovechables en todo momento.

El 1.4 TDI no lo hemos probado asociado al Skoda Fabia pero si en su hermano Volkswagen Polo y Audi A1. En ambos casos se muestra como un motor sonoro, sobre todo al ralentí, con un sonido característico de los motores de 3 cilindros en línea diésel. Al emprender las marcha el sonido se suaviza bastante, y vibraciones pocas, pero “haberlas haylas”.

El 1.2 TSI está dando paso al nuevo 1.0 TSI, que “pierde” un cilindro por el camino y, eso sí, consume menos, y supera en prestaciones y potencia al anterior 1.2 TSI.

Aún tengo muy fresca la prueba del Seat Ibiza Style Connect con el 1.0 TSI de 110cv que realizamos hace unas semanas. Y comparando ambos vehículos y motores. Se podría decir a grandes rasgos que el 1.0 TSI consume menos, anda más, pero es más áspero a la hora de conducir y acusa falta de bajos hasta que no sobre pasa las 2000 revoluciones.

El 1.2 TSI no es que sea la panacea, pero es más confortable sonoramente hablando, adolece menos de pocos bajos y requiere lindar con la parte alta del tacómetros para extraer todo el potencial de la mecánica.

En cuanto a consumos, si bien el 1.0 TSI consume, presumiblemente menos, que en la práctica así es. Pero es tan depreciable la diferencia qué, dependiendo del uso del vehículo escogería uno u otro motor. El 1.2 TSI en carretera se siente más motor.

En su interior, como es lógico, los cambios son notorios. Desde un salpicadero de líneas sencillas con un aspecto impoluto, con una buena pantalla multimedia. Y asientos deportivos que sujetan correctamente el cuerpo.

El cuadro de instrumentos de fácil lectura cuenta con ordenador de a bordo intuitivo y que su manejo no supone un problema.

Tanto volante como pomo de la palanca de cambios y freno de mano vienen forrados en piel en el acabado Monte Carlo.

El Skoda ha iniciado su andadura con mecánicas de nueva hornada. Desde el 1.0 MPI de 60 y 75cv, pasando por el 1.2 TSI con 90cv y 110cv y terminando en el nuevo 1.4 TDI de, también, 90cv y 105cv.

Tan sólo el 1.2 TSI de 90 y 110cv y el TDI de 105cv respectivamente están disponibles para el acabado Monte Carlo.