Skoda Yeti Monte-Carlo

El acabado Monte Carlo despega de nuevo dentro de los modelos de Skoda. Las versiones dotadas del acabado Monte Carlo se distinguen por unas llantas específicas, paragolpes también específicos, como lo es su tapicería interior.

Volante deportivo con costuras en rojo, colas de escape vistas cromadas. Modulas en los umbrales de puertas con el logo “Monte Carlo”. Pequeños detalles que diferencias esta versión especial de una versión normal.

A primera vista y desde fuera se es capaz de un simple vistazo diferenciarlo de un Yeti normal. Sobre todo por las llantas de color negro y los paragolpes específicos del acabado Monte Carlo. Y si nos asomamos al interior lo primero que nos llamara la atención son el tapizado de los asientos en colores rojos, grises y blancos. Siendo muy atractivos a la vista.

También, con pedales de acero e inserciones en el salpicadero de símil de fibra de carbono.

Con estos detalles las capacidades del Yeti fuera de asfalto no se ven mermadas. Se podría pensar que al disponer de un acabado más deportivo como los es el Monte Carlo pudiera empeorar su comportamiento, nada más lejos de la realidad.

La gama Monte Carlo está disponible también en los hermanos de gama Skoda Citigo, Skoda Fabia, Skoda Spaceback y el aquí probado Skoda Yeti.

En todos ellos los cambios son estéticos sin tocar partes mecánicas.

La unidad probada disponía de la mecánica diésel más potente dentro del acabado Monte Carlo, el 2.0 TDI de 150cv. Que asociado al cambio automático DSG lo convierten en un vehículo muy interesante para el uso en ciudad.

El 2.0 TDI en su versión de 150cv es un motor muy extendido dentro de varias modelos del Grupo Volkswagen, todas las marcas lo montan y en esta variante de 150cv es, seguramente, la más comercializada actualmente.

Se muestra como un motor lleno, contundente a bajas vueltas gracias al alto PAR motor disponible, que permite en cierta medida abusar de las marchas largas sin perder prestaciones y con ellos bajar consumos. Que ya de por si son bajos.

La mecánica entrega la potencia máxima es a 3500 revoluciones, quizás demasiado pronto para el gusto de algunos, dejando la parte alta del tacómetro con poco fuelle. La potencia entra con fuerza una vez sobrepasadas las 2000 revoluciones y frena considerablemente al pasar las 4000 revoluciones. Donde puede seguir subiendo de vueltas pero con un menor empuje.