17.000 empleos destruidos desde 2000

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La industria automovilística española, en la que se incluyen los fabricantes de vehículos y los de componentes para automóviles, ha destruido 17.000 empleos en el periodo comprendido entre 2000 y 2007, lo que representa una reducción del los efectivos totales del 5 por ciento, según un informe sectorial presentado hoy por la Federación Minerometalúrgica de CC.OO.

En concreto, los fabricantes de automóviles y camiones han reducido sus plantillas en 14.000 trabajadores en los últimos ocho años, lo que equivale a un recorte del 18 por ciento, mientras que la industria auxiliar ha perdido 3.000 puestos de trabajo en el mismo período.

La organización sindical subrayó que la contratación temporal en el sector de fabricantes de vehículos en España se ha mantenido estable en los últimos años, en torno al 10 por ciento, gracias, principalmente, a la aplicación de los contratos de relevo, que suponen un 16 por ciento del total.

Por lo que respecta al sector de la distribución, el estudio apunta que la actual situación de crisis económica está ocasionando que cerca de 3.500 concesionarios se vean afectados por la reducción de la demanda. Así, resaltó que los 160.000 trabajadores que emplea este sector «ven peligrar parte de sus puestos de trabajo», principalmente en lo referente a ventas, donde los concesionarios emplean a 48.000 personas.
Pinden al Gobierno que se implique en la crisis del sector

Durante la presentación del informe, el secretario general de la Federación Minerometalúrgica de Comisiones Obreras, Felipe López, solicitó al Gobierno español que actúe «políticamente» para que los fabricantes de automóviles asentados en España mantengan sus compromisos y para que se adjudiquen nuevos modelos a las plantas nacionales.

López recordó la reunión mantenida recientemente entre el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y el máximo responsable de Renault, Carlos Ghosn, en la que el presidente de la firma del rombo anunció su compromiso de adjudicar dos nuevos modelos a sus plantas galas de Sandouville y Flins.

El secretario general de FM-CC.OO. indicó que la actuación del Gobierno es necesaria para asegurar el futuro de la automoción en España, a la hora de llevar a cabo reuniones con las diferentes fabricantes y fomentar el cumplimiento de los compromisos.
Menos ERE y más flexibilidad

Por otra parte, López se mostró en contra de la presentación generalizada de los expedientes de regulación de empleo (ERE) en la industria de automoción española, puesto que en su opinión, en la mayor parte de las ocasiones «no están justificados».

En este sentido, explicó que en el sindicato existe el temor de que estos ERE pueden estar orientados a mejorar el balance económico de las empresas, para su posterior presentación ante la casa matriz. Además, manifestó su deseo de que los ERE recientemente presentados en España no se conviertan en despidos definitivos.

López, ante esta situación, apostó por la estrategia adoptada por el consorcio automovilístico PSA Peugeot-Citroën, que ha optado por adoptar medidas de flexibilidad pactadas en el convenio para afrontar la reducción de las ventas y la crisis económica, en lugar de poner en marcha expedientes de regulación de empleo.
La caída de la producción no superará el 5 por ciento

Por su parte, el secretario de Política Industrial de la Federación Minerometalúrgica de Comisiones Obreras, Ramón Górriz, apuntó que este año la producción de vehículos en España no caerá por encima del 5 por ciento, por lo que se mostró en contra de la presentación de los ERE por parte de las empresas, ya que no se corresponden a la realidad actual de las plantas.

Górriz resaltó el efecto negativo que tienen estas medidas sobre el sector de la automoción y en especial sobre la industria auxiliar, puesto que ésta cuenta con empresas más pequeñas que tienen menos márgenes para afrontar estas situaciones.

Para finalizar, los dos responsables de CC.OO. resaltaron la fortaleza de la industria de la automoción en España y subrayaron que en muchas ocasiones estos ERE no se producen por la situación de las plantas españolas, sino por motivos internacionales.