Alfa MiTo: pequeña joya

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Con un tamaño de apenas cuatro metros, este modelo rebosa diseño y tecnología a partes iguales. Destaca, especialmente, la dotación en seguridad y ayudas a la conducción, con un sistema –el DNA- que permite adaptar la respuesta del coche al estado del conductor y/o del entorno. El modelo básico parte de los 14.700 euros.

El 3 de octubre. Esa es la fecha oficial para el lanzamiento en España del Alfa Romeo MiTo, el primer modelo de la marca italiana en el entorno de los cuatro metros. Aunque en este caso, para hacer válido aquello de “la buena esencia se guarda en frasco pequeño”. Porque esencias, y muchas, son las que destila esta pequeña joya de la industria automovilística con la que sus creadores, no lo ocultan, quieren hacer frente al Mini.

De salida, se ofrece un diseño que, al margen de ser muy aerodinámico –el coeficiente Cx es de 0.29-, no podía tener mejor referente. Hablamos del Alfa 8C Competizione, cuya estética cautivó desde que se presentó como prototipo y que va a ser caro de ver por las carreteras: aunque las peticiones de compra se cifran en miles, la marca se comprometió a realizar una producción limitada a 500 unidades (vendidas en un suspiro) y así lo mantendrá. Y el mismo número de coches piensa hacer de la carrocería descapotable (el 8C Spider); mientras que la cifra baja hasta las 100 unidades para la variante GTA (o aligerada) que se está poniendo a punto con vistas al centenario de la marca en 2010.

Del 8C Competizione, se encuentran numerosos rasgos en el MiTo. Sobretodo, el diseño de la parte delantera, la forma de los faros y los pilotos traseros a base de led`s y los cristales sin marcos de las puertas. Además, también está previsto que, a lo largo de 2009, aparezca una variante GTA (que volvería a lucir en un Alfa después de que desaparecieran las desarrolladas sobre el 156 y el 147). En el nuevo MiTo, estará propulsada por un motor de 1,8 litros, con doble turbo y 230 caballos de potencia.

Que la marca se atreva a plantear semejante caballería, da idea de la bondad de la base mecánica del nuevo benjamín de la casa. A saber, un chasis con una gran rigidez torsional, que se trate de un coche corto y de vías anchas, las suspensiones especialmente diseñadas para reducir el balanceo de la carrocería o un equipo de frenos soberbio, con cuatro discoS (los delanteros de hasta 305 mm) que permiten pasar de 100 a 0 en sólo 34 metros. Pero, por encima del resto, los numerosos controles que permiten multiplicar las facetas dinámicas del coche.

Tres modos de comportamiento

Hablamos, en primer lugar, del sistema DNA. Este dispositivo, inédito en el segmento y que se podría considerar como el Manettino de Ferrari a pequeña escala, es un control que actúa sobre motor, frenos, dirección, suspensiones, cambio y que también regula la actuación del control de estabilidad VDC. A partir de aquí, se configuran hasta tres comportamientos distintos del coche, que el conductor puede elegir según sus deseos o se encuentre el asfalto. Estos modos van de uno superdeportivo (Dynamic), pasando por el urbano (Normal) y un tercero de seguridad máxima incluso en condiciones de baja adherencia (All weather). De las iniciales de cada uno de estos modos nacen las siglas DNA. A este dispositivo hay que sumar el diferencial electrónico Q2 instalado sobre el eje delantero y que estrenó hace un par de años el 147. El Q2 actúa frenando la rueda interior, que pierde la adherencia a la salida de las curvas, para mantener la máxima motricidad. Finalmente, está el sistema DST que induce una pequeña fuerza sobre el volante para corregir un sobreviraje (derrape del eje trasero), o para mantener la trayectoria cuando hay distinta adherencia a un lado y otro del coche.

Todos estos elementos, más el control de estabilidad VDC con ayuda al arranque en pendiente, son de serie desde la versión básica con motor de gasolina de 78 caballos. Aunque encuentran su verdadera razón de ser con las otras dos variantes: la que monta el propulsor diésel 1.6 de 120 caballos (con el mejor par específico en ese nivel de cilindrada); y la que lleva el gasolina 1.4 Turbo con 155 caballos. En este MiTo, la relación entre peso y potencia es de sólo 7,4 kilos, hasta un 20% inferior a la media de la categoría. Las tres mecánicas cumplen con la normativa EuroV y van asociadas a cambios manuales de seis relaciones.

Alto nivel de equipamiento

A lo largo de 2009, la oferta se ampliará con el motor diésel 1.3 JTD de 90 caballos, el gasolina 1.4 TJet de 120 y el mencionado 1.8 biturbo de 230 caballos del GTA. Asimismo, el MiTo será el primer coche del grupo italiano en estrenar un cambio de doble embrague DDCT; o el sistema Multiair que, variando el alzado de las válvulas, reduce el consumo y las emisiones. En cuanto a una carrocería de cinco puertas, en estos momentos no ha sido descartada.

El equipamiento de serie básico incluye, además de todos los controles mencionados, siete airbags (uno para las rodillas del conductor), reposacabezas activos, computadora de a bordo, radio MP3, rueda de repuesto de emergencia y llanta (de chapa) de 16 pulgadas. Sobre estos elementos, que corresponden al acabado Junior –asociado sólo al motor de 78 caballos-, el Progression añade tubo de escape cromado y aire acondicionado. Finalmente, el Distinctive suma las llantas de aleación, los faros antiniebla o el volante multifunción.

Las opciones son numerosas –piel, sistema Blue&Me, equipo de sonido Bose…-aunque lo más económico es acceder a alguno de los pack propuestos, ya que el ahorro que suponen llega al 36%. Por ejemplo, el Sport incluye paragolpes posterior deportivo, llantas de 17 pulgadas, cuadro de instrumentos específico, pedales y tapicería deportiva. Todo, por un coste de 890 euros. Y en la línea iniciada por el Grupo Fiat con el 500, el comprador de un MiTo podrá acceder a distintas líneas de personalización para la carrocería, los espejos retrovisores o la carcasa de los faros y pilotos. Los precios de la gama oscilan entre los 14.700 euros (1.4 78 CV Junior) y los 19.500 euros del 1.4 Turbo 155 CV Distinctive. Las previsión de la marca es comercializar 1.000 unidades en lo que resta de 2008 y llegar a las 4.500/5.000 en un año completo, siempre que fábrica les suministre ese mínimo de coches