«Estos son realmente momentos inimaginables para nuestra industria». Así es como el jefe de Chrysler, Bob Nardelli, comienza su último e-mail enviado a los empleados de la empresa… justo antes de comunicar el despido del 25% de los oficinistas del grupo a partir del mes que viene y terminando al finalizar 2008.
Según las últimas noticias, Chrysler tiene 17.332 empleados en puestos administrativos. En total, la dirección ofrecerá jubilaciones y despidos incentivados a 4.333 personas; aquellos que no acepten la oferta del fabricante (que incluye dinero y descuentos en vehículos Chrysler) serán puestos directamente en la calle. Y todo esto sin contar los 1.000 oficinistas despedidos a finales de septiembre, que también se dicen pronto.
Cambiando de tema pero sin irnos demasiado lejos, Chrysler piensa reducir todos los gastos indirectos y discrecionales no conectados con los programas de mayor importancia para la empresa. Nardelli admite en su mensaje que Chrysler no puede seguir gastando dinero como antes, y que esta última maniobra, trata de ajustar el tamaño de la compañía para reflejar el descenso en volumen registrado durante los últimos meses. Otra posibilidad, naturalmente, es que se trate del inevitable desbroce antes de su venta. Tú decides que explicación te convence más.
