El Gobierno inyecta 800 millones a la industria

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado que se destinarán 800 millones de euros a apoyar a las empresas del sector del automóvil. Así, se tomarán medidas que reduzcan los costes del empleo y respondan a las necesidades del financiación específica del sector a corto plazo

Para evitar despidos

Zapatero, durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, quiso dejar claro que estas medidas se tomarán ‘lógicamente a cambio de compromisos de mantenimiento del empleo por parte de las empresas’.

A las medidas inmediatas se suma el Plan Integral de la Automoción, que a largo plazo, busca garantizar ‘la competitividad’ del sector para que pueda recuperar ‘lo antes posible su actividad una vez se recupere la demanda’.

Como parte de este paquete se impulsarán medidas para incentivar la formación de los trabajadores, aumentar la productividad, fomento del coche eléctico y mejora de los servicios logísticos
‘Un sector de futuro’

El jefe del Ejecutivo subrayó en su intervención que «va a apostar» por el sector del Automovil porque tiene un «gran futuro» y es ‘nuestro principal pulmón exportador’.

En este sentido, destacó que ‘todos los fabricantes mundiales reconocen que sus plantas españolas se encuentran entre las más competitivas y productivas del mundo’.

Zapatero indicó que se trata de un ‘esfuerzo particular’ que está ‘en consonancia’ con las propuestas lanzadas por la Comisión Europea.

Ganvam, crítica El presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor Reparación y Recambios (Ganvam), Juan Antonio Sánchez Torres, criticó hoy que las medidas específicas para la industria del automóvil en España por un importe de 800 millones de euros, anunciadas hoy por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ‘no evitarán’ la supresión de 16.000 puestos de trabajo en concesionarios y talleres.

Según Torres, esta iniciativa por parte del Gobierno se centra en el área industrial y de producción, por lo que ‘deja fuera’ a las pequeñas y medianas empresas que componen el sector de la venta y de postventa.