El presidente de Anfac sugirió a Zapatero 10 ayudas al sector

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La Asociaciaón de fabricantes españoles propone al Gobierno medidas para reactivar el sector como son la realización de un nuevo Plan Prever, deducciones por I+D+i, ayudas financieras que lleguen a consumidores y PYMES, aplazamiento de las cotizaciones sociales, potenciación del Convenio de empresa, etc.

El presidente Rodríguez Zapatero recibió ayer al presidente de la asociación de fabricantes españoles (Anfac) Francisco García Sanz, miembro del consejo ejecutivo del Grupo Volkswagen y presidente del consejo de Seat. A la reunión asistieron también el ministro de Industria, Miguel Sebastián, el director de la Oficina Económica de Monclóa, Javier Vallés, y el director general de Anfac, Luis Valero.

Durante la reunión, en la que el presidente del Gobierno mostró su preocupación por la situación que atraviesa el sector y su deseo de ayudar, García Sanz le puso tareas proponiéndole una decena de medidas para reactivarlo. Concretamente fueron:

1. Un nuevo Plan Prever para turismos y vehículos industriales. 2. Apoyo del Gobierno a la industria española para canalizar a España las ayudas, en forma de créditos al sector, de la UE. 3. Deducciones por I+D+i. 4. Garantizar que las ayudas al sistema financiero llegue a consumidores y pymes. 5. Más control respecto a la incapacidad temporal para reducir el absentismo. 6. Aplazamiento de las cotizaciones sociales y del IRPF de las empresas. 7. Contrato temporal de mayor duración. 8. Potenciación del Convenio de Empresa. 9. Promover transporte más eficiente, con trenes más largo y camiones de mayores dimensiones. 10. Apoyo a los fabricantes en las negociaciones comerciales de la UE frente a terceros países.

Poco dinero europeo

Si el balance de la reunión con el presidente del Gobierno español puede valorarse como esperanzador, la propuesta de la Comisión Europea (CE) de crear un fondo de 5.000 millones de euros para impulsar la fabricación de coches más ecológicos y ayudar a la industria automovilística a superar la crisis económica cayó como un jarro de agua fría.

Los fabricantes esperaban que el total de ayudas pudiera llegar a los 40.000 millones de euros. De todas formas, la CE ha dejado la puerta abierta a ayudas de mayor cuantía al admitir que se plantea dar una autorización temporal a los estados miembros para, durante un tiempo, ofrecer créditos subvencionados para la inversión en nuevos modelos de coches que no se encuadren dentro de los considerados como ecológicos.

Además de este fondo de 5.000 millones, en cuya constitución participará entre otros el Banco Europeo de Inversiones (BEI), la CE propone que esa institución ofrezca créditos a las compañías automovilísticas y a sus proveedores para financiar proyectos de innovación en tecnologías limpias.

Bruselas se comprometió además a revisar las reglas del fondo dirigido a la reinserción de trabajadores despedidos por los cambios en los flujos de comercio mundial, cofinanciando la formación de los mismos para que puedan incorporarse cuando la economía comience a recuperarse.

El presidente de la Comisión, Joao Barroso explicó que se trata de «proteger el empleo en este sector clave y asegurar su viabilidad a largo plazo impulsando una reforma sostenible que acoja las nuevas tecnologías ecológicas y que convierta a los fabricantes europeos en líderes mundiales en un mercado cada vez más competitivo. En definitiva, queremos ayudarles a transformarse en una industria más moderna y a producir coches menos contaminantes».

Bruselas cree también que los estímulos fiscales de los estados miembros pueden impulsar todas las industrias y, en concreto, la del automóvil, un producto que por su alto precio es uno de los más dependientes de la confianza de los consumidores y subraya la necesidad de que los bancos, en especial los que han recibido ayudas estatales para superar la crisis, ofrezcan créditos a intereses asumibles por todos.