El presidente de Porsche predice la compra de Ford o GM por un fondo de inversiones

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Envalentonada por sus sólidos resultados anuales en un mar que amenaza con llenar su lecho de naufragios, Porsche ha arremetido contra la industria estadounidense con una dureza inusual. Wendelin Wiedeking, jefe del fabricante alemán, se siente particularmente irritado por las súplicas de ayuda de las tres grandes de Detroit, que a través de descuentos insostenibles y otras prácticas sin sentido, han dejado la industria «al borde de la ruina».

Lo que peor parece haberle sentado a Herr Wiedeking son las amenazas de General Motors al gobierno, prácticamente resumibles en «o nos pagas el salvavidas, o nos vamos a pique con la economía». Estas tácticas y su falta de previsión terminarán por poner a GM o a Ford en las manos de un fondo de inversión libre, según las predicciones de Wiedeking. La duda ya no es cómo, sino cuándo.

No todo es bilis, sin embargo. Pese a su desdén hacia Ford y General Motors, Wiedeking muestra su solidaridad con los fabricantes de componentes, que últimamente están cerrando a izquierda y derecha a pesar de que algunos de ellos han llevado sus cuentas todo lo bien que les ha sido posible. La causa se encuentra en los bancos, poco dispuestos a concederles créditos mientras la industria de la que dependen se desmorona ladrillo a ladrillo. Parafraseando a Wiedeking, es hora de que los bancos se dejen de hablar y empiecen a prestar dinero a los proveedores. En el caso de Europa, concretamente, los bancos deberían inyectar fondos en las empresas para mejorar la estabilidad del sistema económico, en lugar de enviar miles de millones de euros al Banco Central Europeo para obtener intereses. No somos economistas, pero seguro que las empresas auxiliares (con los operarios a la cabeza) respaldan sus palabras al 101%.