Tras el excelente sabor de boca dejado por Fernando Alonso en la recta final del Mundial 2008, Renault, una vez confirmado que Alonso continuará, se ha puesto manos a la obra para ofrecerle un coche más potente que el controvertido R28, que no será otro si no el R29.
El ingeniero Pedro García es uno de los artífices de la preparación del nuevo vehículo, y en Marca he dejado unas interesantes apreciaciones.
¿Por qué no vamos a dar un coche campeón a Alonso»
«Lo que puedo decir es que todo lo que estamos poniendo en el coche tiene muy buena pinta. Que nadie piense que por haber desarrollado el R28 hasta el final hemos dejado de lado el nuevo. La solución para rendir en ambos terrenos fue trabajar el doble de horas, de 8 a 16 muchos días, y visto lo visto hay mucha ilusión. Vamos a ver cositas interesantes el año que viene».
«El verdadero gran reto del R29 consiste en recuperar el apoyo aerodinámico que los planteamientos iniciales de la FIA reducían al 50 por ciento y adaptarse a la vuelta a la competición de los neumáticos lisos», añade, para lazar un mensaje optimisto: «Hemos mejorado más que Ferrari y McLaren a lo largo del año. ¿Por qué no vamos a repetirlo y darle un coche campeón a Alonso».
En esa tarea ha sido fundamental el potentísimo superordenador que ha comprado el equipo, el Xtreme-X de Appro, capaz de calcular 38 billones de operaciones por segundo, y que «trabaja desde hace meses en el monoplaza».
«Está dando sus frutos, porque es el más poderoso de la Fórmula 1 y aquí el tamaño sí importa; cuantos más procesadores trabajan juntos más casos y supuestos puedes probar y desechar», afirma.
