Los consumidores prefieren vehículos de aspecto enfurecido y dominante. Esta es la conclusión a la que ha llegado un equipo de investigadores de la Universidad de Viena tras estudiar un grupo de voluntarios pertenecientes a ambos sexos. A cada uno de ellos se les enseño 38 turismos convencionales (nada de todoterrenos) presentados entre 2004 y 2006 antes de preguntarles si veían «caras» en los mismos. Después, les pidieron que señalaran sus favoritos. Interesantemente, cuanto más maduros, dominantes, masculinos, arrogantes y enfadados parecían los vehículos, mejor recibidos fueron por los sujetos de prueba.
Aunque el estudio no hace relación alguna entre las cifras de ventas o la popularidad real de los modelos analizados, aporta credibilidad a la idea de que las «emociones» desprendidas por un coche atraen a los consumidores tanto o más como otras de sus características. Nos preguntamos qué dirán de todo esto los diseñadores del GEM Peapod.
