MyKey es una respuesta tecnológica ofrecida por Ford para realizar ciertas limitaciones temporales a algunos factores del vehículos tan dispares como la velocidad límite y el volumen del audio. Está claramente orientada a los padres para que permitan controlar estos parámetros cuando conducen sus hijos adolescentes. ¿La limitación al poder?
El funcionamiento es más que sencillo. MyKey permite programar alguna de las llaves del vehículo para que realiza una limitación de ciertos parámetros a la hora de conducir con esa llave: desde la velocidad máxima hasta el volumen del audio, pasando además por la incesante alarma por no conexión del cinturón de seguridad (incluso desactivando el audio mientras no se coloca) o por el ajuste fijo del control de tracción (sin posibilidad de desconexión). También permite crear un alarma que suena a 72, 88 y 104 km/h, que avisará de una manera clara al conductor sobre la velocidad a la que circula.
La lleva se conecta de manera tradicional, desbloqueando la consola central en cuyo display se muestran los ajustes y desde la que se pueden modificar los demás parámetros que no han quedado limitados. Parece evidente que esta solución que permite limitar la velocidad máxima sirve además para mejorar el gasto de combustible. Y también está claro que la instauración del control de tracción obligatorio permite impedir que el adolescente les regale olor de neumáticos quemados a los vecinos posteriores.
Según los estudios de Ford en el mercado norteamericano, un gran nivel de usuarios verían esta aplicación como útil: un 75% de los encuestados afirman que les gustaría tener instalado el limitador de velocidad mientras que un 72 y un 63% estarían interesados en contar con el recordatorio del cinturón y con el limitador del volumen de sonido.
Inicialmente sólo estará disponible en el Ford Focus Coupé americano en el próximo año, aunque se extenderá después a otros modelos de Ford. Con ello, también se abre las puertas a la idea de algunas aseguradoras de mejorar las ofertas de pólizas gracias a la instalación en los vehículos de sus aseguradores de un limitador de velocidad.
