Los comerciales ligeros siguen cayendo en septiembre

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Panorama desalentador para los vehículos industriales: como reflejo de los recortes de las inversiones llevadas a cabo por el sector empresarial, los comerciales ligeros menguan sus matriculaciones un 13% por debajo de turismos y 4×4.

En España, los llamados vehículos comerciales ligeros continúan su particular travesía por el desierto. Si durante el mes de agosto la caída de ventas llegó hasta un alarmante 53’8% con respecto al mismo mes de 2007, el porcentaje del mes de septiembre no es mucho más alentador: un 44’9% menos que hace un año. Esto quiere decir que su suerte sigue siendo peor que la de turismos y todoterrenos, que, si bien registraron un descenso en ventas del 32% dutante el mismo período, siguen quedando unos 13 puntos por encima.

Si analizamos las ventas de enero a septiembre, los comerciales ligeros han perdido un 33’1% frente al mismo intervalo del año pasado. En esta categoría de vehículos se incluyen los derivados de turismos, furgonetas, camionetas, pick-ups, furgones y camiones de menos de 3’5 toneladas de peso; un trozo de pastel que, a priori, no parece especialmente significativo. Es normal: cada vez que se piensa en un vehículo, se hace en cuanto es un objeto de deseo, un símbolo de status o un objeto de valor; de ahí que a menudo se
Pero hay una noción que a menudo se escapa: el tipo de actividades que con ellos se pueden desarollar. Y ahí es donde entran en juego los conocidos como vehículos comerciales: su carácter no es tanto aspiracional como representativo de toda una panoplia de actividades industriales y laborales. En pocas palabras: son una vara de medir para el impacto de las crisis financieras en el sector empresarial.

Lo que se desprende de estos alarmantes resultados de ventas, es que las empresas han dejado de invertir en vehículos con los que equiparse o, si se quiere, han recortado su presupuesto para flotas de manera drástica. Así, este tipo de automóviles se están vendiendo, según un acumulado de lo que va de año, un 11% menos que sus parientes de turismo y todoterreno, que han descendido un 22% en comparación con el mismo período de 2007.

Si se analizan las subcategorías, se aprecia que las matriculaciones de derivados de turismo, furgonetas y pick-ups han retrocedido un 39’8% con respecto a septiembre de 2007. Aún peor ha sido el comportamiento de los furgones y camiones por debajo de las 3.500 toneladas: su paso atrás ha llegado al 51%, es decir, han reducido sus ventas a menos de la mitad.

El Ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, ya reconoció hace unos días que estábamos atravesando el peor momento de ventas del sector. Eso sí, aunque los malos resultados comerciales de turismos y todoterrenos en España ya eran vox populi, se apresuró a pronosticar una recuperación a lo largo de 2009; pese a los nefastos datos que, desde constructores e importadores, amenazabana a sus profecías. Queda por ver si, una vez hecho público el descalabro protagonizado por los comerciales ligeros, sigue animándonos a mantener las expectativas.