Nissan se plantea comprar el 20% de Chrysler

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Mientras General Motors busca socios inversores que financien la adquisición del Grupo Chrysler, la japonesa Nissan ha presentado una oferta para adquirir entre un 15% y un 20% del consorcio automovilístico de Auburn Hills.

Los diarios de Michigan Detroit News y Detroit Free Press informaron que fuentes de Chrysler han reconocido que Carlos Ghosn, presidente de la alianza Renault-Nissan, ha ofrecido adquirir un paquete minoritario en el grupo.

De esta forma, Ghosn vería finalmente realizado su proyecto de contar con un socio americano que reforzase la alianza franco-japonesa que, de esta forma, tendrá un fabricante de peso en cada una de las tres grandes regiones económicas del mundo: Norteamérica, Asia-Pacífico y Europa.

En realidad, una alianza tripartita sería beneficiosa para todas las partes, ya que no existe solapamiento entre las gamas de Renault y Nissan, y las americanas Chrysler, Jeep y Dodge.

Además, ya existe un cierto nivel de colaboración entre Nissan y Chrysler, ya que se firmó un compromiso para que la marca japonesa produzca coches pequeños para el grupo estadounidense, mientras que éste está preparando una nueva pick-up para Nissan, que sustituya al modelo Titan, y que podría estar basada en el nuevo Dodge Ram presentado a principios de año en el Salón del Automóvil de Detroit.

El hecho de que sea Nissan quien presente la oferta se debe al hecho de que la firma francesa acumula una deuda de 3.800 millones de euros, mientras que su socio japonés tiene más de 1.800 millones de euros en efectivo, lo que unido a su elevada rentabilidad le facilitaría la obtención de créditos y avales.

De concretarse la operación, ésta sería la segunda incursión de Renault en el mercado estadounidense. La anterior data de 1979, cuando adquirió la mermada American Motors, que en 1986 vendió a su vez a Chrysler, que tras liquidar el grupo, se quedó tan sólo con la marca Jeep.

Los obstáculos

El interés de GM por hacerse con el grupo de Auburn Hills se convierte en un obstáculo. Teóricamente, la operación ofrece menos aspectos positivos, ya que ambos fabricantes poseen gamas de vehículos muy similares que se solapan. Esto obligaría a liquidar marcas, como podría ser el caso de Dodge y la mayoría de las 14 fábricas del Grupo Chrysler, lo que equivale a decenas de miles de despidos.

GM lograría con esta operación acceder a los 11.700 millones de dólares (casi 8.900 millones de euros) que Chrysler tiene en su caja, con los que podría financiar la operación.

También heredaría los 16.000 millones de deuda del grupo, cuyo pago debería renegociar. Sin embargo, GM no logra encontrar por ahora socios capitalistas que financien la operación.