Renault y Ford exigen al Gobierno un plan de rescate para el automóvil

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Juan Antonio Fernández de Sevilla y José Manuel Machado, presidentes de Renault y Ford, han señalado que las voluntades del gobierno español deben llevarse a la práctica con celeridad y aseguraron que, además de las industrias -cuya producción cae un 10% este año- debe tenerse en cuenta a toda la red de concesionarios.

Los presidentes de Renault y Ford en España, Juan Antonio Fernández de Sevilla y José Manuel Machado, respectivamente, exigieron hoy al Gobierno «acciones» concretas para apoyar al sector de la automoción y apostaron por ayudas como las que ha recibido la banca, si es necesario.

En su intervención en la 23ª edición de las jornadas de automoción en el Iese en Barcelona, Fernández de Sevilla manifestó que, después de un plan Vive que «no sirve para nada», la Administración debe «acercarse a la industria» para abordar la problemática como ya han hecho otros países (en alusión al plan de rescate al sector llevado a cabo por Estados Unidos).

Recordó que España, que tiene todas sus factorías en manos de grupos extranjeros, es el país que afronta en una posición «más débil» la previsible caída de la producción de vehículos no sólo este año sino también el próximo. «Los centros de decisión están fuera», advirtió el responsable de Renault, y apuntó a que esto debe ser considerado como un «dato negativo dentro del problema».

No obstante, aseguró que la competitividad de las plantas españolas frente a las de otros países fabricantes en Europa «está fuera de duda». El problema de España, añadió, es el diferencial de inflación que persiste con la media europea y la madurez de los mercados a los que se dirige su producción, lo que impide su crecimiento.

Por su parte, Machado apostó por que se diga claramente que el Plan Vive, para fomentar la renovación del parte automovilístico, «no funciona en absoluto», y así actuar para afrontar una previsible caída de 1,5 millones de vehículos producidos en Europa el próximo año. «Debemos preguntarnos quién se quedará sin producir la mayor parte de estos coches», apostilló.

Problemas evidentes

El responsable de Ford aseguró que lo que hay que hacer «está claro» porque los problemas de la industria española son «evidentes», y apostó por orientar los esfuerzos a potenciar el mercado doméstico a través de acciones que mejoren los problemas logísticos (como el corredor mediterráneo), reducir el diferencial de inflación y los problemas de financiación en toda la cadena que «alteran la estabilidad de los fabricantes».

El presidente de Renault España subrayó que el modelo a seguir por España no es el inglés, sino el ejemplo de Alemania, y la labor que desarrollan sus autoridades «en defensa de la preservación de su industria». Así, añadió, se evitará que, una vez superada la coyuntura actual, «se vea en el camino el solar de lo que había sido una factoría de automóviles».

Para ambos directivos las voluntades del gobierno español deben llevarse a la práctica con celeridad y aseguraron que, además de las industrias –cuya producción cae un 10% este año– debe tenerse en cuenta a toda la red de concesionarios. «Ninguna empresa aguanta con caídas del 40%», insistió Fernández de Sevilla.

Apuesta por el coche eléctrico

La irrupción en el panorama de nuevos países emergentes que se incorporan al mercado de «las cuatro ruedas» con grandes crecimientos potenciales como China, India, Rusia o Brasil obliga a los grandes grupos a tomar posiciones en esos lugares, según Fernández, que aseguró que, en este punto, la posible producción del coche eléctrico en España «cobra todo su sentido».

Advirtió de que la Administración debe apostar por el vehículo eléctrico porque que «a medio plazo el futuro pasará por esto», por lo que invitó a poner «el dinero necesario» si el Ejecutivo quiere verlo «no sólo circular, sino sobre todo fabricar» en España.