Toyota no es inmune a la crisis económica global. Sus beneficios han caído un 70% (ya los quisieran para sí GM o Ford), y es por ello que los directivos de la marca japonesa han decidido sacar la tijera y empezar a hacer recortes en los gastos. Para ello se ha creado un equipo de trabajo, dirigido por Katsuaki Watanabe, presidente de la marca, centrado en buscar maneras de reducir los gastos.
Otro de los movimientos originados por la crisis está orientado a conseguir acelerar la puesta en el mercado de nuevos modelos más eficientes y menos contaminantes, así como híbridos, en los que incrementará sus inversiones. Puede sonar parecido a la estrategia de GM anunciada ayer, pero hay una gran diferencia, y es que Toyota tiene todavía enormes recursos económicos para poder acelerar inversiones, mientras el gigante americano está a meses de quedarse sin dinero si nadie sale en su rescate.
