UGT: la crisis del sector va a peor

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El secretario general de la Federación del Metal, Construcción y Afines de UGT (MCA-UGT), Manuel Fernández «Lito», ha declarado que la crisis del automóvil va a ir a peor por su extensión a la industria de componentes y, posiblemente, al conjunto de la siderurgia.

Pese a este tono pesimista, el dirigente de UGT expresó que no le asaltan dudas sobre la superación de esta fase de crisis, aunque, con el matiz de que desconoce cuanto tiempo se va a prolongar y «si saldremos debilitados o reforzados».

La situación de debilidad en el automóvil, en su vertiente productiva, pronto, según «Lito», tendrá ampliación en la industria de componentes «y va ser mucho más dramático que lo del automóvil porque tienen menos capacidad de presión política».

«Esto no ha tocado fondo —dijo el dirigente sindical— y como tenemos la referencia del sector de la construcción, parece que no nos alarma la industria, pero a mí me preocupa mucho más porque es un tejido más estable y hay que aprovechar esta situación para salir reforzados».

«Lito» aseguró que en estos momentos el sector siderúrgico pasa por una fase de estabilidad, por lo que es el momento adecuado para abordar las inversiones pertinentes y no esperar porque «puedes llegar tarde».

Es por ello que reclamó del Gobierno «una decidida apuesta por el desarrollo del sector industrial» y apuntar con decisión hacia industrias de alto valor añadido, de I+D, porque «la industria de mano de obra intensiva no tiene futuro en Europa».

El secretario general de MCA-UGT criticó la estrategia gubernamental de dividir la política industrial en dos departamentos: el de Industria y el de Ciencia y Tecnología.

«Si tienes que hacer política industrial —señaló “Lito”— tienes que tener instrumentos para hacerla y si dependes de otros vas mal. Industria no tiene el holding público y es un error político gravísimo y encima no tiene los recursos necesarios para hacer una apuesta de inyección económica en un momento puntual o para hacer desarrollos tecnológicos o para crear institutos».

«Lito» desvinculó la crisis de la caída de matriculaciones de los últimos meses, y al tiempo que abogó por no sacralizar el mercado, indicó que ahora no se pueden tratar de resolver problemas que llevan enquistados dos o tres años.

Un elemento de crisis, para el dirigente ugetista, en la industria automovilística española, ha sido la decisión de Nissan de llevar la producción a Tánger de un modelo que estaba destinado a Barcelona y «mi opinión es que Nissan no podrá volver a la normalidad en cuanto a volumen de producción».

Otro factor de crisis anterior a la caída del mercado ha sido el tratamiento conjunto que le han concedido marcas automovilísticas totalmente alejadas del concepto de crisis que hoy se maneja en España, a juicio del sindicalista.

Por ello, demandó «un criterio común para el sector, pero que al mismo tiempo, se apliquen las medidas específicas de la peculiaridad de cada planta».

El tratamiento global que en Europa se quiere dar a la crisis desde la perspectiva sindical, para «Lito» parte de la base de que «el sindicalismo europeo no existe».

«En Europa —añadió— cuando hay problemas los primeros que discutimos somos nosotros y, por ejemplo, si la fábrica de Renault en Bélgica quiere cerrar, yo no quiero que cierre, pero si tiene que cerrar alguna, que sea la de Bélgica y no la de Palencia. Al final somos una panda de cínicos, pues cuando las cosas van bien nos ponemos de acuerdo, pero si van mal, nos pegamos. Para que haya un sindicalismo europeo tiene que haber cesión de soberanía y no quiere cederla nadie».

Esta autocrítica tiene su contrapunto en otra confesión de «Lito» que reconoce que las multinacionales son muy globales, pero con un fuerte componente nacionalista y el paradigma es una planta como la de Volkswagen en Wolfsburg, que calificó de «estructura antediluviana», pero que nunca la cerrarán porque representa el estandarte de la marca alemana.

Sobre la negociación colectiva sectorial de este año, hay también, para «Lito», componentes de pesimismo, pues va a estar muy marcada por la crisis, anticipa que los recortes salariales no van a representar solución alguna y pide a los fabricantes de Anfac que asuman un papel de patronal.