A principios del mes de diciembre, Sergio Marchionne comunicaba que suspenderían toda inversión en Alfa romeo, hasta que no se tuviera un rumbo claro con respecto a la marca, siendo el Giulietta el presunto último modelo nuevo de la marca. El día de hoy, Luca di Montezemolo dice que Alfa no se venderá, un rumor que había trascendido en algunos medios.
La pregunta es si Fiat tendrá la suficiente visión para sacar adelante a Alfa, una marca que ha decaído muchísimo en los últimos años. Según Montezemolo, Alfa tiene muchas oportunidades en EEUU; creo que es una frase un poco apresurada y que debe tomarse con cierta precaución.
Creo que Alfa debe mantener la misma imágen que siempre ha tenido, porque ése esa es la escencia de la marca. Coches deportivos, más o menos accesibles, con claro sabor italiano, con cierto aire de exclusivismo. De nada sirve convertirlos al gusto del mercado norteamericano (como lo que se piensa hacer con Lancia), cuando no hay la más remota seguridad de que puedan vencer el férreo gusto de los yankees con respecto a coches.
Otra solución sería cambiar radicalmente lo que significa Lancia y adaptarlos en otras plataformas, con lo que sólo le quedaría el logo Lancia como consuelo. No sería un final digno de una marca con tanta historia.
