Conducir con seis copas es posible

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La mayoría de los jóvenes no sabe cual es la tasa de alcohol máxima permitida para conducir, según el ‘Estudio Alcohol y Conducción’ presentado la pasada semana por el RACC en Madrid. De hecho, el 33,4 por ciento cree que puede conducir tras tres copas, y un 7 por ciento opina que se está capacitado para manejar un coche después de beber seis copas.

Así, si para dar positivo en un control de alcoholemia basta con beber un vaso y medio de cerveza o una copa, en el caso de los hombres, y una caña o menos de una copa, en el caso de las mujeres, la percepción que tienen los jóvenes de entre 18 y 34 años es que los hombres pueden beber 4,5 vasos de cerveza o cuatro copas y las mujeres 1,9 vasos de cerveza o una copa sin dar positivo.

Mayor es el error en lo referente a chupitos de licor. Mientras que para dar positivo en un control basta con que un hombre de complexión media haya consumido dos chupitos y una mujer un chupito y medio, los jóvenes creen que pueden beber sin rebasar los límites legales de alcoholemia más de cinco chupitos en el caso de los hombres, y 1,7 en el caso de las mujeres.

Según señaló el responsable de Seguridad Vial de la Fundación RACC, estas percepciones incorrectas suceden tanto entre los más jóvenes (de 18 a 25 años) como entre el grupo de mayor edad (de 26 a 34 años). Incluso en este último caso, se dan mayores diferencias entre el límite real y el percibido para los chupitos y las copas.

Los jóvenes se exponen con mayor frecuencia que los adultos al riesgo de montarse en un coche, como conductor o como pasajero, en el que el conductor haya bebido alcohol. El 28,9 por ciento de los jóvenes encuestados en el estudio reconoció que se había expuesto a esta situación en los últimos tres meses.

No obstante, pese a realizar estas prácticas peligrosas, los jóvenes estiman que el 60 por ciento de los accidentes está causado por el alcohol (en realidad, está presente entre el 30 y el 50 por ciento de los accidentes), y un 83 por ciento estarían a favor de implantar la tasa de alcohol cero, siendo los jóvenes de entre 21 y 25 años los más reacios a esta medida preventiva.
Falsos mitos sobre el alcohol

El gerente médico del RACC, el doctor Francesc Bonet, explicó que, en contra de «todos los mitos que existen» sobre maneras de rebajar la tasa de alcoholemia y de que el 60 por ciento de los jóvenes se decanta por métodos erróneos, el «único con base real» es el de dejar pasar tiempo desde la última copa, ya que el cuerpo elimina el alcohol en sangre a un ritmo fijo de 10 miligramos por hora, «independientemente de lo que se haya bebido».

De acuerdo al estudio, ingerir entre 0,2 a 0,4 gramos/litro de alcohol, aumenta 1,4 veces el riesgo de conducir; una tasa de 0,5 a 0,9 gramos/litro, lo aumenta 11,1 veces; 1,4 gramos/litro, lo incrementa 48 veces; y una tasa de alcohol de 1,5 gramos/litro, «que puede ser el consumo de la noche de un joven», aumenta el riesgo de accidente 380 veces.

Comparados con los adultos, los jóvenes se exponen en mayor proporción al riesgo grave de combinar alcohol y conducción, consumen alcohol con mayor frecuencia durante la noche, aunque lo hacen más esporádicamente que los adultos. Por contra, los adultos beben más alcohol durante el día que los jóvenes, y lo hacen más a diario.

El RACC recomendó más controles de alcoholemia especialmente en zonas urbanas, implantación de la tasa de alcoholemia cero en conductores noveles y profesionales, incrementar el transporte público en horarios nocturnos de ocio, y más campañas didácticas sobre los límites según tipos de bebidas.