Dos de cada cinco fallecidos en zonas urbanas iban sin cinturón

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Dos de cada cinco fallecidos en zonas urbanas (40 por ciento) no llevaban puesto el cinturón de seguridad, según el último informe del Real Club del Automóvil de España (RACE), que demuestra que, en caso de colisión a tan sólo 30 kilómetros por hora, «el conductor que no utiliza el cinturón ve multiplicado por diez su peso corporal, sufriendo lesiones graves en el cuello, el tórax, la cabeza y las rodillas».

Así, a través de este estudio, constata que «aunque los datos en España demuestran que los usuarios se han concienciado sobre la importancia del uso del cinturón en los grandes desplazamientos, no ocurre lo mismo cuando se trata de entornos urbanos o en las plazas traseras».

Por ello, advierte sobre el «poder de prescripción» que tiene el conductor a la hora de utilizar el cinturón de seguridad por parte del resto de ocupantes del vehículo.
Dos de cada cinco fallecidos en zonas urbanas no llevaban puesto el cinturón de seguridad

En este sentido, destaca que en el 89 por ciento de los casos «si el conductor lo usa, el copiloto le imita» y, por el contrario, en el 80 por ciento de las ocasiones «si el conductor no lo lleva, tampoco el resto de ocupantes del vehículo».

Por este motivo, subraya la «importancia» de la utilización de este mecanismo de seguridad en las plazas traseras. Sin embargo, recuerda que al comparar su uso en España con el resto de países de la Unión Europea, la cuota media de utilización del cinturón en los asientos posteriores se sitúa entorno a un 70 por ciento.

Para este organismo, la cifra «continua siendo baja» si se tiene en cuenta su popularización en otros países como Alemania, con porcentajes de uso en las plazas traseras del 89 por ciento; Francia con un 81 por ciento; Suecia con el 80 por ciento de uso o el Reino Unido, con un nivel del 82 por ciento.

Por último, recuerda que el cinturón y los sistemas de retención infantil resultan «indispensables» para todos los ocupantes, independientemente de la velocidad a la que se viaje o de la plaza que se ocupe, ya que los que no hacen uso de este sistema de protección «tienen el doble de probabilidades de sufrir lesiones muy graves, incluso mortales, frente a los ocupantes que lo llevan puesto».