Con esto del control de emisiones y la locura por los consumos, es lógico ver como progresivamente la política del downsizing se va imponiendo en todas las gamas, llegando hasta los coches más grandes. Es por eso que la noticia de que el nuevo A8 contará con propulsores de cuatro cilindros diésel no nos pilla de nuevas. Según cuentan en L’Automobile, este propulsor podría tratarse de un nuevo TDI con 200CV, a lo que nosotros añadiríamos casi por seguro el 2.0 TFSI de 211 CV como alternativa en gasolina.
Lo que sí que nos ha sorprendido algo más es que Audi continuará contando con enormes W12 como tope de gama. Evidentemente, con Mercedes y BMW siguiendo con doce pucheros en sus gamas, la marca de los cuatro aros no podía salir del corral. El nuevo motor en uve doble ampliará su cilindrada, al parecer, hasta los 6,5 litros para dar una potencia superior a 500 caballos. Un V8 de unos 400 CV sobrealimentado servirá como segundo escalón de la gama, y es probable que ambos propulsores tengan desactivación selectiva de cilindros para reducir consumos.
En principio, el nuevo A8 llegará a los concesionarios a finales de 2010, así que no le quitemos el ojo de encima, pues debe estar a puntito de aparecer públicamente por primera vez.
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