El Plan 2000E se acaba y ahora vienen los problemas

Se llevaba avisando varias semanas, pero no era plan de renunciar al dinero fácil. El 2 de octubre saltaba la alarma:el 80% de los fondos estatales destinados al Plan 2000E ya estaban adjudicados. El 20% restante tenía que ser repartido entre los concesionarios adscritos, de modo que cada uno tuviera un cupo máximo de operaciones. Llegado al límite, no habría más dinero para descuentos.

Pero si estamos en España, y encima nos atrevemos a adentrarnos en un concesionario, nos daremos de bruces con la picaresca nacional: muchos vendedores de coches, aún sabiendo que no habría más dinero disponible, siguieron firmando contratos de venta en los que figuraba el famoso descuento. Y ahora se niegan a aplicarlo.

Así lo atestigua la asociación de consumidores FACUA, que ha recibido un buen puñado de reclamaciones de clientes a los que no se les entrega el coche si antes no abonan esos 500 ó 1.000 euros de diferencia.

Más que obra del despiste o de la codicia de la que siempre han pecado los vendedores de coches españoles (sólo superados por banqueros y constructores), el asunto parece una auténtica tomadura de pelo. Da la sensación de que han apostado a que el gobierno ampliaría inmediatamente las ayudas en vista de la situación. Y qué mejor manera de hacer presión que engañar al mayor número posible de clientes.

Aunque FACONAUTO adopta, como era de esperar, el papel de portavoz de las supuestas víctimas (los concesionarios), lo cierto es que, como siempre pasa, los verdaderos perjudicados son esos clientes afectados que ven como un listillo, gracias a su mala fe, se interpone entre él y su coche nuevo.

El Plan 2000E veía la luz el pasado mes de mayo para sustituir al mal traido y peor llevado Plan VIVE, una tomadura de pelo que basaba las ayudas en la financiación e imponía unas condiciones tan restrictivas que resultaban absurdas. Su fracaso estaba cantado, y, al final, se impuso la idea menos ilógica de las ayudas directas, aunque lo único sensato sería realmente disminuir las elevadas tasas de impuestos que gravan la compra de un coche.

Como en su día se explicó aquí en Diariomotor, contemplaba la ayuda de 2.000 euros (500 a cargo del estado, 500 de las comunidades autónomas y los 1.000 restantes del propio fabricante) para coches de menos de 30.000, nuevo o de segunda mano con menos de 5 años y emisiones de hasta 120 g. de CO2/km. si se entregaba otro vehículo con más de 10 años de antigüedad.