El sector de componentes, en recesión

El sector español de fabricantes de equipos y componentes para automoción ha reducido su facturación un 8,8 por ciento, hasta 29.970,5 millones de euros, mientras que el número de trabajadores ha sufrido un recorte del 15 por ciento, hasta 208.766 personas.

Éstos son algunos de los datos expuestos durante la jornada celebrada hoy en Zaragoza por el Observatorio Industrial del Sector de Fabricantes de Equipos y Componentes para Automoción, que ha contado con representantes de la administración, de la patronal (SERNAUTO), los sindicatos CCOO y UGT y los centros tecnológicos.

El director general de la Asociación Española de Fabricantes de Equipos y Componentes para Automoción (SERNAUTO), José Antonio Jiménez Saceda, ha insistido en la situación «dramática» por la que atraviesa este sector, afectado por la crisis de demanda en el mercado automovilístico y la reducción de la producción.

Según los datos manejados por la patronal, en lo que va de año la producción de equipos y componentes se ha reducido en un 39 por ciento, lo que ha provocado que 320 empresas del sector se vean en estos momentos inmersas en algún expediente de regulación de empleo (ERE), con un total de 60.000 trabajadores afectados.

Jiménez Saceda ha abogado por que el Gobierno prorrogue el Plan de Competitividad del Sector de la Automoción para favorecer la salida de la crisis, a la vez que ha advertido de que es imprescindible hacer un cambio de modelo productivo, impulsar la innovación y apostar por las energías limpias, un mensaje que se ha repetido a lo largo de toda la jornada.

Algunas de las conclusiones del Observatorio son la necesidad de fomentar la internacionalización de las pymes, mejorar la logística, introducir elementos de flexibilidad en el ámbito del empleo, proteger la propiedad industrial de las empresas, y orientar las actividades de I+D+i de las empresas, centros tecnológicos y universidades hacia las tendencias del sector.

La secretaria general del Ministerio de Industria, Teresa Santero, ha admitido que el sector de la automoción es «estratégico» para España, si bien ha apuntado que «su futuro pasa por las energías limpias», en especial por los sistemas de propulsión basados en la electricidad y el hidrógeno.

Santero ha explicado que la actual crisis refleja un problema de carácter estructural, al margen de otros coyunturales como la caída de la demanda o la falta de financiación, y ha afirmado que en el futuro la producción se concentrará en aquellos lugares que resulten más competitivos.

El secretario general de la Federación del Metal, Construcción y Afines (MCA) de UGT, Manuel Fernández «Lito», ha resaltado que el sector de la automoción es «fundamental» para la industria española, y ha subrayado la necesidad de fomentar su innovación tecnológica.

El secretario general de la Federación del Metal de CCOO-Aragón, Salvador Salas, ha insistido en que hay que favorecer la transición de un modelo basado en el uso intensivo de la mano de obra a otro de carácter tecnológico, y para ello ha propuesto reforzar las «inversiones estratégicas» y apostar por tecnologías como la electricidad y el hidrógeno.

Por su parte, el presidente de la Federación Española de Centros Tecnológicos (FEDIT) , Emilio Pérez Picazo, ha destacado que la I+D+i aporta a las industrias un «anclaje» a los territorios, y por ello ha opinado que «debe ser una prioridad» en los presupuestos públicos.