Fiat quiere convertir a Chrysler en una auténtica marca de lujo

Si recuerdas la fracasada alianza entre Daimler y Chrysler, es posible que el titular de esta noticia te haya producido un incómodo escalofrío desde la nunca y hasta la rabadilla. Pero así parecen estar las cosas. Fiat, que ya se encuentra planeando el futuro del Grupo Chrysler a medio y largo plazo, tiene claro que la división más importante de la estrella ha de reinventarse si desea sobrevivir, y su solución estriba por elevar la calidad de sus productos para competir con los mejores. Así lo ha declarado Peter Fong, jefe de marca de Chrysler y responsable de ventas de todo el grupo, a Automotive News en una conversación mantenida durante el Salón de Frankfurt.

En sus propias palabras, Fong ve a Chrysler «un escalón por encima de Lincoln, un escalón por encima de Cadillac». Palabras mayores para una compañía que ya tiene bastante para seguir siendo relevante entre los empujones de las generalistas.

Gallery: Chrysler Imperial Concept

Aunque Chrysler goza de una cierta aura diferenciadora que la distingue claramente de Ford y General Motors, hace muchos años que no consigue dar pie con bola. Bajo la dirección de Daimler trató de adentrarse en la senda más premium con productos como los Crossfire, Pacifica y 300C. El primero y el segundo fueron fracasos estrepitosos casi desde el primer día. Mucha mejor fortuna tuvo su berlina de representación, aunque el tiempo no está siendo precisamente benévolo ni con sus acabados ni con sus motorizaciones. Un último intento por dirigir la nave en tierras hacia segmentos superiores fue tanteado con el Imperial Concept (arriba), crucificado in situ tan pronto como fue descubierto en el Salón de Detroit de 2006.

¿Qué solución queda pues? Esa una buena pregunta. Con el 200C Concept, Ralph Gilles dio un muy buen avance de lo que sería un Sebring como Dios manda, y siempre nos queda la próxima generación del 300, obviamente mejor preparada de cara al futuro que el modelo que todos conocemos. Otra cosa es qué sucederá con los fieles de la casa, y es que Chrysler tampoco puede espantarlos con unas tarifas ahora mismo incomparables con las de Cadillac.

Por más que Fong vea un problema en la proximidad económica entre Dodge y Chrysler, él mismo reconoce que cada marca atrae a tipos conductores distintos, así que o Fiat decide vender Chrysler muy básicos y al mismo tiempo milagrosamente competitivos para retener a su clientela tipo, o se arriesga a perder más compradores de los que va a ganar. Un desagradable dilema que no puede ser resuelto con una solución salomónica.

Gallery: Chrysler 200C Concept