Porsche tiene las dos caras de la moneda de la crisis. Ayer te contábamos cuanto dinero espera ganar este ejercicio que para el resto de la mayoría de fabricantes se cerrará con números rojos, algo que avala su rentabilidad y viabilidad. Pero se metió en camisa de once varas endeudándose para adquirir Volkswagen, y la jugada no le salió todo lo bien que quería.
La situación resultó en que Porsche tenía en marzo unas deudas por valor de 12.500 millones de euros (cerca de 13 veces sus beneficios anuales, lo cual tampoco es ninguna barbaridad). Intentó refinanciar su deuda para poder cerrar su compra de Volkswagen, pero fracasó, y acabó teniendo que pedir ayuda a los de Wolfsburgo. Al final, los chicos de Stuttgart refinanciaron 10.000 millones de euros, y lograron una ayuda por parte de VW por valor de 700 millones más. Así las cosas, su deuda pendiente de refinanciar ascendía a 1.800 millones de euros.
Según publica Autocar, Porsche habría solicitado 1.750 millones de euros en una nueva financiación para cubrir este último fleco al banco alemán KfW, evitando así solicitar dinero público para cubrir sus deudas, algo que ha querido dejar especialmente claro la marca del 911.
Lo cierto es que si el banco tiene liquidez para ofrecer este nuevo crédito, no creemos que vaya a poner trabas a un fabricante que gana cerca de 1.000 millones al año. Eso sí, toda esta aventura le va a salir cara a Porsche, que puede ver cómo la próxima década estará pagando las consecuencias de intentar comprar Volkswagen.
Y en toda esta ecuación todavía no hemos hablado de la más que probable fusión entre VAG y Porsche, que añadiría bastantes más interrogantes a todo el tema, pues los de Volkswagen ya aseguraron que no querían fusionarse con Porsche para hacerse cargo de sus deudas. Otro culebrón más para este verano.
