Saab no recibirá ayuda de Suecia

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El primer ministro sueco, Frederik Reinfeldt, ha descartado ayudas inmediatas de su Gobierno para la insolvente compañía de automóviles Saab, tal y como ha pedido la casa matriz General Motors.

En una entrevista con la agencia sueca TT, Reinfeldt subrayó hoy que el Estado sueco «no participará activamente en el proceso actual, mientras no esté claro quien adquiere Saab».

Después de que Saab anunciara su insolvencia el viernes, General Motors anunció que estaría dispuesta a ayudar económicamente a mantener la producción de la compañía si el Gobierno sueco participa en los costes.

Según Reinfeldt, es evidente que General Motors «hace todo lo posible por descargarse de gastos».

Mientras, el presidente de Saab, Jan Ake Jonsson, anunció su intención de llevar nuevamente a Suecia la producción del nuevo modelo 9.5, cuya fabricación estaba prevista en una planta de la compañía Opel, también filial de General Motors e igualmente amenazada de insolvencia.

Jonsson aseguró que entre sus planes no figura una fusión con Opel, una cuestión que se había barajado en los medios como opción de supervivencia para las dos compañías.

En venta desde 2008 y deficitaria desde hace años, la firma Saab pasará a ser gestionada por un administrador de insolvencias elegido por un tribunal.

Saab, que el pasado año produjo unos 94.000 vehículos, da empleo directo a unos 4.100 trabajadores en Suecia, la gran mayoría en la fábrica de Trollhättan.