Una copita es suficiente; dos, demasiado

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¿Un par de copas dan o no dan? ¿Y tres cañas? Todo depende de la complexión de cada uno y de si se está o no en ayunas. Pero lo que es seguro es que equivocarse en la respuesta, ponerse después al volante y ser sorprendido en un control puede costar 300 euros y seis puntos del carné. Si el error es mayor y la la tasa de alcohol espirado es de 0,60 miligramos por litro de aire en lugar del máximo permitido de 0,25, la visita al juzgado está asegurada y la condena rápida, casi automática, será de entre tres y seis meses de prisión y privación del carné por entre uno y cuatro años.

Y lo más probable es que nos equivoquemos por lo bajo al estimar los efectos del alcohol en nuestra capacidad para conducir. De hecho, según una encuesta del Racc, los conductores creemos que para alcanzar el límite de alcohol permitido es necesario consumir más del doble de lo que basta para dar positivo.

Aunque generalmente se asocia el consumo de alcohol al volante más con hombres que con mujeres, lo cierto es que el género no ayuda a valorar mejor los efectos de la bebida. Sí es cierto que ellos se consideran menos vulnerables a las cañas de cerveza, el vino o los chupitos, pero aciertan más al pensar en las consecuencias de un cubata. Por el contrario, ellas tienen buen ojo para el chupito y el vino; malo para la cerveza y muy malo para los combinados.

Al final, sólo tres d