El 30 por ciento de los neumáticos, ilegales

El 30 por ciento de los neumáticos actuales no podrá ser comercializado en 2012, cuando se aplique la nueva normativa de etiquetado en la Unión Europea, según los datos de los propios fabricantes de este componente de rodadura de los vehículos.

A partir de noviembre de 2012, la reglamentación europea estipula que los neumáticos para turismos deberán venir acompañados, antes y en el momento de la venta, de una etiqueta que informe sobre tres características y el grado de cumplimiento de unas exigencias mínimas.

Los umbrales mínimos de prestaciones se refieren a la contribución del neumático al ahorro de carburante, el grado de frenado sobre suelo mojado y el nivel de ruido exterior de los neumáticos.

El no cumplimiento de estas exigencias mínimas supondría la retirada inmediata del mercado del neumático.

Aunque la fecha de entrada en vigor de estas exigencias mínimas está fijada para noviembre de 2012, la Unión Europea ya ha establecido un calendario de endurecimiento de los mínimos a respetar a partir de ese momento, de forma que en el año 2016 aumentaría al 70 por ciento el porcentaje de los neumáticos actuales que ya no podría ser vendido.

A esta nueva normativa se suman las restricciones y penalizaciones que a partir de 2012 tendrán los fabricantes en materia de emisiones, por lo que el neumático adquiere un mayor protagonismo por contribuir de manera significativa su reducción.

Así, entre 2012 y 2018 cada fabricante deberá satisfacer por cada coche nuevo vendido una cantidad por gramo de exceso, de forma que hasta un gramo de exceso se deberá pagar cinco euros por gramo

Pero si el exceso se sitúa entre uno y dos gramos, la penalización es de cinco euros más 15 euros por gramo para la fracción excedida más allá de un gramo.

De la misma forma, entre dos y tres gramos de exceso, la penalización es de 20 euros más 25 gramos para la fracción excedida más allá de 2 gramos, y, para más de tres gramos de exceso, son 45 euros más 95 euros por gramo para la fracción excedida por encima de 3 gramos. Y a partir del año 2019, la penalización es de 95 euros por gramo.
Michelin, a la cabeza de neumáticos ecológicos

En este contexto, los fabricantes están inmersos en una carrera tecnológica para reducir gramo a gramo, que lidera Michelin con una inversión anual de 500 millones de euros y con el resultado de una gama de neumáticos que utiliza la tecnología que introduce el sílice desde 1992 en el compuesto de este producto.

Con el sílice y las nuevas tecnologías desarrolladas por este fabricante se evita un calentamiento excesivo del neumático al deformarse con la rodadura, al tiempo que un rápido calentamiento puntual de la banda de rodadura para aumentar la potencia de la frenada y así reducir la distancia de parada.

Con esta tecnología, el fabricante ha logrado una reducción de cuatro gramos de media de CO2 por vehículo sin necesidad de que el fabricante realice modificaciones en el vehículo, y ello lleva ya a un ahorro anual de 184 millones de litros de carburante y se evita la emisión de 460.000 toneladas de CO2.

La importancia del neumático en la reducción del consumo y de las emisiones viene dada porque este componente representa casi el 20 por ciento de la energía necesaria para mover un coche de propulsión térmica y hasta un 30 por ciento para los de propulsión cien por cien eléctrica, en ciclo de uso urbano.