¿El verano con menor siniestralidad?

Desde el pasado 1 de julio y hasta la pasada medianoche habían muerto en las carreteras españolas 350 personas, 30 menos que en los meses de julio y agosto del año pasado, según las estadísticas de la Dirección General de Tráfico (DGT).

En concreto, en julio han perdido la vida en la carretera 176 personas, dos menos que en el mismo periodo de 2009, y en lo que va de agosto son 174 frente a las 202 del año pasado en todo ese mes.

Las cifras de siniestralidad de este verano son las más bajas desde 1964, cuando había en España dos millones de vehículos frente a los 30 millones de la actualidad y cuatro millones de conductores frente a los 25 millones de hoy.

Las cifras son positivas pese al aumento de la siniestralidad en algunos fines de semana concretos, como este último de agosto, durante el que han muerto en la carretera 25 personas, dieciséis más que en el mismo periodo del año pasado.

Sin embargo, no ha sido el fin de semana más trágico del verano, ya que 26 personas han fallecido entre las tres de la tarde del viernes 6 de agosto y las cero horas del día 9, lo que convirtió esos días en los de mayor siniestralidad en lo que va de año.

Una de las causas más frecuentes en los accidentes con víctimas mortales ha sido la distracción del conductor, de ahí que Tráfico haya incidido en esta cuestión en los medios de comunicación.

Hablar por el móvil, manipular el navegador o cambiar un CD al tiempo que se conduce entraña una distracción en la conducción, que en numerosas ocasiones desencadena un accidente. Pero también lo es encender o apagar un cigarrillo o simplemente fumar mientras se conduce, ya que según un estudio estadounidense multiplica por 1,5 el riesgo de sufrir accidentes.

Además de las distracciones, el exceso de velocidad ha influido también en gran medida en los últimos accidentes múltiples del verano y Tráfico hizo hincapié en este factor en la campaña especial que puso en marcha del 23 de agosto hasta el domingo. En esta época estival, la velocidad media aumenta alrededor de los tres kilómetros por hora.

La DGT dará a conocer esta semana el balance definitivo del verano, que ha venido marcado por la supuesta huelga de ‘bolis caídos’ de los agentes de la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico en demanda de mejoras laborales y para protestar por el nuevo sistema de baremo.

Los representantes de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) han asegurado que estos agentes están ‘desmotivados’ por las ‘presiones’ a las que, en su opinión, ‘se ven sometidos con el fin de que se aumente el número de denuncias’.

Esta situación ha hecho que en los meses de junio y julio, según la asociación, se redujeran las multas en un 50 por ciento respecto a esos dos meses del año anterior, y que en los diez primeros días de agosto se hayan interpuesto 20.000 denuncias menos que en el mismo periodo de 2009.

Los guardias civiles han asegurado, en cualquier caso, que siguen cumpliendo con su función de evitar accidentes y auxiliar al ciudadano, por lo que consideran que esa supuesta huelga no influye en la siniestralidad vial.

El director de Tráfico, Pere Navarro, está convencido de que ‘las multas desgraciadamente son necesarias por el efecto preventivo y disuasorio de las sanciones’ -‘a más multas, menos infracciones y accidentes- pero quiso dejar claro que esta correlación entre sanciones y siniestralidad sólo se puede apreciar ‘en el tiempo’.