Infiniti FX 30D

Hace ahora más o menos dos años que la marca de lujo de Nissan, Infiniti, desembarcó en nuestro continente. Hasta entonces, todos los modelos que se veían por nuestras carreteras eran producto de la importación paralela. Una vez asentadas las bases para establecerse en Europa, en estos dos años la presencia de la firma japonesa ha crecido hasta estar presente en 16 países y contar con un total de 35 Centros Infiniti.

Desde el primer momento, los modelos de Infiniti han ido encontrando una buena aceptación por parte del público que, no vamos a negarlo, han sido atraídos por la estética deportiva que ofrecen todos y cada uno de los modelos que componen la actual gama de la marca.

El Infiniti FX es su piedra angular en Europa. Es el modelo más vendido y, además, hasta que se presente la berlina grande este otoño, tiene el honor de ser el “buque insignia” de la marca. Es bien cierto que el Infiniti FX se mueve en unos sectores en los que los motores de gasolina siguen siendo demandados y, por ello, la ausencia de un motor Diesel no ha supuesto en estos primeros años un fuerte hándicap para que las ventas hayan sido razonablemente buenas. En Europa, el principal mercado de SUV se encuentra en Alemania, seguido por Gran Bretaña, Italia, España, Francia y Luxemburgo, con lo que la “segunda ofensiva” Infiniti que comienza con la llegada del motor Diesel es un ataque en toda regla a los principales mercados automovilísticos de marcas asentadas y con tradición en nuestro continente.

Pero también es cierto que no contar con alguna variante Diesel en un segmento como el de los SUV, en el que más del 80 por ciento de las ventas las acaparan los modelos dotados de este tipo de mecánicas, era una forma simple y sencilla de darle clientes a la competencia. ¡Si hasta Porsche ha claudicado en este segmento y ofrece un Cayenne Diesel!

La sequía se acabó, ya no hay excusa ninguna para no girar los ojos de cualquier potencial cliente hacia la marca. Infiniti estrena motor Diesel –desarrollado íntegramente dentro de la Alianza Renault-Nissan- es la primera vez que se monta un motor de este tipo en un modelo de la marca- y lo hace por la puerta grande, con una mecánica V6 que anuncia 238 CV de potencia.

A pesar de que es un motor “compartido” con otros modelos de la Alianza Renault-Nissan, el del Infiniti FX30d cuenta con componentes específicos como el cigüeñal, los colectores de admisión, la inyección, el sistema de recirculación de gases de escape, el turbocompresor, el cárter y el colector del catalizador. Llama la atención, nada más arrancarlo, el sonido bronco que despide, más parecido al de un motor de gasolina que a un Diesel.

Pulsamos el botón de arranque, ponemos la palanca de cambios en “D” y salimos a la carretera. Nuestras primeras impresiones son favorables, el motor “tira” desde abajo, sube de vueltas con celeridad y permite llegar sin desmayo hasta alcanzar más allá de las 4.500 rpm. El cambio automático de 7 relaciones dispone de tres modos de funcionamiento, normal, S y manual. En este último podemos cambiar las marchas bien accionando la palanca o bien pulsando las levas que hay dispuestas tras el volante, ancladas a la caña del mismo –es decir, son solidarias y no se mueven con el giro del volante-. El conjunto resulta bastante agradable y nos permite movernos con mucha facilidad en el ámbito urbano y con rapidez cuando abordamos las carreteras.

El Infiniti FX30d está disponible con cuatro acabados de equipamiento. El de acceso a la gama, denominado GT incluye, entre otros muchos elementos, faros bi-xenon, sistema de audio con 7 altavoces, Bluetooth, cámara de visión trasera de marcha atrás, asientos tapizados en cuero, llantas de aleación de 20 pulgadas; el siguiente escalón, denominado GT Premium añade control de crucero activo, sistema de prevención de desvío de carril –estrenado en esta versión y que, de momento sólo se puede pedir para el FX30d-, sistema de navegación y cámara de visión periférica. El acabado S suma al GT la dirección trasera activa, asientos deportivos, llantas de 21 pulgadas y suspensión con control continuo de altura. El más alto de la gama, denominado S Premium añade al acabado S todo lo que suma el acabado Premium en el GT.

El Infiniti FX30d se comercializa desde este mes de julio en nuestro mercado. Los precios recomendados por la marca empiezan desde los 62.500 euros del acabado “básico” GT y llegan hasta los 71.690 euros del acabado S Premium.