La Unión Europea da el visto bueno a la venta de Volvo

Ah, ¿pero que Volvo aún no es china?, se estará preguntando más de uno. Pues no, todavía no. Aunque rubricado y ya casi en marcha, el acuerdo de venta que traspasa el mayor fabricante sueco de automóviles de Ford a Geely aún no es efectivo, pero ya ha conseguido saltar por encima de uno de los mayores obstáculos que tenía por delante: la aprobación de la Unión Europea.

Ayer, tras semanas de investigación, las autoridades reguladoras han concluido que la venta de Volvo no dañará de forma importante la competencia en Europa, así que ya casi podemos desearles un feliz viaje; en Estados Unidos nadie se ha opuesto públicamente a la operación, y en el gobierno chino no podrían estar más contentos con la nueva filial de Geely.

Salvo sorpresa de última hora, Volvo pasará a manos chinas en el tercer trimestre de este año. El camino ha sido largo desde que Ford anunció que pensaba liquidar su última división del Premier Automotive Group hace ya más de un año (tres si cuentas desde que los rumores adquirieron periodicidad mensual), pero al menos esta historia no ha rozado la tragedia en varias ocasiones como sí sucedió con Saab. Tanto mejor para todos.