Cuando suena el nombre de Land Rover Defender todos tenemos en la cabeza el todoterreno por excelencia, un todoterreno que sigue conservando todas esas cualidades que necesita un todoterreno y que además es uno de los que más tiempo lleva en vida, desde 1948 concretamente. Pero un coche que se mantiene tan constante a lo largo de los años “envejece”.
¿Y qué se suele hacer cuando un coche empieza a envejecer? Hay tres opciones, o cambias la generación para actualizarlo al completo o preparas un suave lavado de cara o sacas una edición especial. Land Rover tira por este tercer camino y lanza el Land Rover Defender Black Edition. Y siguiendo con las definiciones lo de “edición” especial implica exclusividad, exactamente que sólo habrá 80 unidades, y que viene de la mano de pequeñas diferencias con el modelo convencional. Y nada más.
Este Defender está pintado de color Negro Santorini, incluido el techo, y trae consigue unas llantas de aleación muy sencillas en 16” de diámetro. Además del equipamiento de la versión _90 SW S” incluye aire acondicionado, que de por sí es un extra bastante caro, el paquete de iluminación y poco más. Y por último ese detalle que todo coleccionista apreciará, la placa distintiva “Black Limited Edition”.
Por debajo del cuadrado capó se encuentra un gran motor diésel de 2.4 litros, tetracilíndrico y de 122 CV. Es una potencia relativamente corta para un todoterreno que alcanza los 1.900 Kg de peso pero se compensa gracias a la elevada entrega de par que ofrece gracias a sus características principales, inyección directa de combustible y turboalimentación de geometría variable. Su consumo es elevado para su potencia, 10 litros/100 Km de media pero relativamente razonable para un todoterreno puro.
El precio de esta edición especial es de 32.232 euros frente a los 31.270 euros que cuesta originalmente el Land Rover Defender 90 SW S. ¿Compensa? Teniendo en cuenta que ya solamente el aire acondicionado cuesta más que la diferencia, parece que sí pero por poco.
