Los radares de tramo funcionarán en breve

Los nuevos radares de tramo, que controlan la velocidad de los vehículos en un determinado tramo de carretera, comenzarán a funcionar en las próximas semanas, aunque por se limitarán a enviar una notificación informativa a los conductores que rebasen el límite de velocidad.

Los nuevos radares de tramo, que controlan la velocidad de los vehículos en un determinado tramo de carretera, comenzarán a funcionar en las próximas semanas, aunque por ahora la DGT “perdonará” las multas y se limitará a enviar una notificación informativa a los conductores que rebasen el límite de velocidad. Así lo ha indicado la Dirección General de Tráfico (DGT) que han explicado que, de momento, los conductores no serán sancionados, sino que simplemente recibirán una carta en sus domicilios con los detalles de la infracción, como el lugar, fecha y hora, así como la velocidad registrada por el sistema.

El primer radar operativo que enviará notificaciones será el que se encuentra instalado en el túnel de Guadarrama, en la A-6 entre Madrid y Segovia. La DGT también dispone de otros dos radares de tramo en periodo de pruebas y que también están instalados en túneles. Se trata del radar del túnel de los Barrios, en la AP-66 en León, de 1.600 metros de longitud, y el de Torrox, en la A-7 en la provincia de Málaga, de 1.152 metros de largo. Tráfico ha dejado claro que la prioridad de estos nuevos sistemas de control es la seguridad de la circulación ya que los túneles son tramos especialmente peligrosos y con un riesgo añadido, debido a las dificultades para el rescate en caso de accidente.
Funcionamiento

Los radares tienen un funcionamiento secillo. Constan de dos cámaras instaladas al comienzo y al final del tramo a vigilar que son capaces de registrar con gran precisión tanto la matrícula como la hora exacta de paso del vehículo. Con una sencilla operación matemática, el sistema calcula la velocidad media mantenida por el vehículo en cuestión y, si es superior a la fijada en el tramo, realiza una fotografía del infractor y la remite por fibra óptica al centro de gestión de multas de tráfico de León. De nada sirve cambiarse de carril, ya que todos los sensores están interconectados y funcionan de día y de noche gracias a una iluminación por láser invisible al ojo humano.

Tampoco vale para nada frenar justo antes de la cámara instalada al final del tramo controlado, ya que el dispositivo calcula la velocidad media y si somos sancionados significará que en algunos momentos hemos superado con creces la velocidad máxima permitida. Los nuevos radares de tramo estarán indicados con la misma señalización que los radares fijos, contarán con un sistema de vigilancia para evitar actos vandálicos y no podrán ser neutralizados por los aparatos ilegales que inhiben las ondas de los radares convencionales.

La puesta en marcha de estos nuevos radares no sería posible sin la reforma del régimen sancionador en materia de Tráfico aprobado recientemente que ha añadido el concepto de “tramo” a la hora de establecer el lugar en el que se ha registrado un exceso de velocidad. La anterior normativa exigía que en el boletín de denuncia figurara con precisión el “lugar” exacto donde se había cometido la infracción, lo que dejaba algunos resquicios a la interpretación legal de la norma.