Milán se cierra al tráfico por niveles peligrosos de contaminación

Desde hace casi tres semanas la ciudad de Milán – la ciudad industrial por excelencia de Italia – supera los límites de contaminación establecidos por la Unión Europea como seguros. Hablamos de que entraña un riesgo para la salud pública pasear por sus calles o en general respirar su atmósfera. Concretamente se han superado los límites seguros para las partículas en suspensión de diámetro inferior a 10 micras – código PM10 – que pueden provocar asma, cáncer de pulmón y problemas de tipo cardiovascular.

Ante la presión pública, el Gobierno central italiano y la Unión Europea, la alcaldesa Letizia Moratti, y el Asesor Provincial de Transportes – Giovanni De Nicola – han decidido imponer una prohibición a la circulación de la práctica totalidad de vehículos a motor entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde de este domingo. “Habrá que ir a pie o en bicicleta” han dicho fuentes del Gobierno. Se espera que con la disminución del tráfico y un baldeado exhaustivo de las calles se vuelva a niveles normales de contaminación.

Los únicos vehículos con carta blanca para circular el próximo domingo son los considerados de “impacto cero”, es decir híbridos, eléctricos y coches alimentados con metano o GPL. Los que hayan invertido en estas tecnologías pueden estar contentos. Los autobuses de transporte público no circularán, los servicios de emergencia sí tienen permitidas incursiones, como es obvio. Es curiosa esta medida, pues desde hace dos años se aplica un impuesto especial llamado “Ecopass”, que grava a los vehículos que quieren ir al centro.

Similar al “Congestion Charge” londinense se intenta descargar de vehículos el centro, pero parece que no ha funcionado. Habrá cambios, y es que los vehículos diésel sin filtro de partículas – los que más PM10 emiten con diferencia – estaban excluidos de su pago. Ahora pagarán como el que más. Recuerdo mi breve visita a Milán como una ciudad muy caótica con un tráfico infernal y conductores agresivos, esperemos que estas medidas supongan un soplo de aire fresco para la ciudad, nunca mejor dicho.