Toyota anuncia mejoras en sus procesos de control de calidad

No es ningún secreto que durante los últimos meses Toyota se ha encontrado bajo fuego continuo por culpa de una serie de defectos que han dejado en entredicho su hasta ahora envidiable imagen. Pasadas las revisiones llegaron las disculpas, y ahora, el fabricante japonés ha hecho públicas las medidas que adoptará para evitar que la lamentable situación por la que está pasando vuelva a repetirse.

Su nueva política en materia de seguridad y control de calidad se aplicará primero en Estados Unidos, pero se extenderá más tarde a otros países. Estos son sus principales puntos:

Establecimiento de nuevos jefes de control de calidad por regiones. Cada «zona geográfica principal» tendrá un nuevo responsable de control de calidad con asiento en el Comité Especial para la Calidad Global, un nuevo grupo dirigido por el presidente de Toyota que velará por el buen resultado de los productos de la compañía. Este comité celebrará su primer encuentro el 30 de marzo, «con la colaboración de expertos independientes para revisar los contenidos de la reunión».

Mayor comunicación entre los consumidores y la empresa. Toyota pondrá los medios para que las quejas de sus clientes lleguen lo antes posible a los equipos técnicos, reduciendo el tiempo necesario para solucionar los fallos que se puedan detectar.

Sistema de anulación del acelerador. El caso de los pedales defectuosos sirvió para descubrir que algunos vehículos necesitan mucho más tiempo de lo deseable para detenerse desde un estado de aceleración. En consecuencia, Toyota implementará a nivel global y en todos sus modelos un sistema que «cortará la potencia del motor» cuando se presionen el acelerador y el freno simultáneamente.

Grabación de datos. A fin de evitar confusiones sobre el origen de posibles accidentes, Toyota hará un mayor uso de las denominadas «cajas negras», dispositivos que registran la actividad del vehículo para su utilización por mecánicos e investigadores.

Adicionalmente, Toyota ha encargado una investigación independiente para aclarar si algunos de los accidentes por aceleraciones involuntarias han sido ocasionados por fallos electrónicos, pese a que sus estudios internos descartan dicha posibilidad. Esto no evitará que las autoridades de EEUU y Japón sigan con sus pesquisas, pero al menos debería servir para devolver parte de esa confianza perdida a los clientes de la casa.