Toyota promete mayores controles de calidad

El presidente de Toyota, Akio Toyoda, se ha reunido con el primer ministro nipón, Yukio Hatoyama, y le ha prometido mejoras en los controles de calidad de sus vehículos después de la llamada a revisión de millones de coches en todo el mundo.

‘Le he comunicado que tenemos la intención de esforzarnos en fabricar mejores coches, de manera que la gente pueda decir que Toyota es la empresa con la política sobre el consumidor más transparente’, ha dicho Toyota tras su reunión con Hatoyama, según ha informado la agencia local Kyodo.

Al comienzo de la reunión, Hatoyama ha pedido al presidente del primer fabricante mundial de vehículos que haga mejoras para volver a ganar la confianza de los consumidores en sus automóviles.

Toyoda también ha informado al primer ministro japonés sobre la comparecencia ante el comité del Congreso de Estados Unidos que investiga los problemas con los aceleradores de los vehículos de Toyota y la actuación del fabricante ante las llamadas a revisión.

También hablaron de la visita del presidente de Toyota a China, donde ha dado detalles sobre las revisiones de más de 8,5 millones de coches en todo el mundo.

A la salida de la reunión, Toyoda ha asegurado que esperan que las ventas de Toyota, la primera multinacional de Japón, se recuperen en sus principales mercados, especialmente EEUU y China, a partir de marzo a través de su programa de financiación sin intereses.

‘Estamos llevando a cabo al mismo tiempo medidas para realizar las llamadas a revisión y para que las ventas mejoren’, ha indicado Toyoda.

En Japón, las llamadas a revisión se han limitado a los coches híbridos, especialmente el exitoso Prius, debido a un posible problema de respuesta en el sistema de frenado, a pesar de lo cual las ventas de estos modelos aumentaron en febrero.

Toyota ha atacado las pruebas presentadas ante el Congreso de EE.UU. por un profesor de tecnología del automóvil que parecen demostrar que es posible que los vehículos del fabricante japonés aceleren de forma involuntaria, y ha dicho que eran ‘poco realistas’.