El próximo MINI dará un gran salto estético

Cuando el R56 aterrizó en el mercado (la segunda generación del «nuevo» MINI), había que sacar la lupa para buscarle las diferencias. Personalmente me gustaba mucho más el R53, y son claramente diferenciables en persona, pues el modelo actual es mucho más grande (o al menos así se percibe por su capó claramente «agigantado» por culpa de las normativas para protección de peatones en caso de atropello).

Pero muchos críticos fruncían su ceño por un diseño demasiado continuista. La fórmula de «si funciona no lo toques» pareció tomar especial importancia, y la verdad es que el coche sigue siendo un éxito comercial, pero la gente de MINI ha confirmado que para la próxima hornada del MINI el cambio estético será mucho más marcado que en la ocasión anterior.

¿Miedo? Bueno, tampoco creemos que vayan a ponerle faros delanteros a lo Skoda Octavia, pero todo cambio necesita su asentamiento. De todas maneras, si tuvieramos que apostar por un futuro para el ADN estético del MINI, yo pensaría en algo evolutivo como el 911…