El terremoto de Japón podría reducir la producción mundial de automóviles un 30%

Hace unos días comentamos que el terremoto del 11 de marzo había causado un daño económico notable también fuera de Japón, principalmente debido a la escasez de determinados componentes críticos que se exportan desde el país del Sol Naciente al resto del mundo. Pero eso fue la semana pasada; ahora, según publica The Detroit News citando un estudio de la consultora IHS Automotive, comenzamos a ver el impacto real que podría tener este desastre.

De acuerdo a los cálculos realizados por la firma, si los proveedores de componentes afectados no están funcionando con normalidad dentro de seis semanas, la producción mundial de automóviles podría caer hasta 100.000 unidades al día sobre un total de 280.000 automóviles, que equivale de forma aproximada al 30%. De continuar la situación como hasta el momento, los fabricantes comenzarían a notar la escasez de componentes de forma severa a mediados del mes de abril. La pérdida de producción podría llegar al 40% si los fabricantes no reciben los envíos necesarios en ocho semanas, ya sea desde Japón, o a través de compañías alternativas.

Las empresas más afectadas, naturalmente, son japonesas; Honda cerrará dos fábricas nacionales hasta el 3 de abril, y Toyota ha bajado la persiana en todas sus fábricas de automóviles en el país al menos hasta el día 26 de marzo, dejando tres modelos híbridos fuera de línea hasta el 28.

El seísmo, y sobre todo el tsunami que siguió al temblor, ha puesto en evidencia que los sistemas just in time son extremadamente vulnerables a los problemas de producción en origen, y es que hoy por hoy, es normal que los fabricantes de automóviles se abastezcan mediante pequeños envíos, ajustando el inventario de piezas a la demanda del mercado y evitando así grandes compras que podrían terminar acumulando polvo en los almacenes.

Japón exporta a día de hoy componentes de todo tipo, pero lo más necesarios son elementos de tipo electrónico y transmisiones. El país está demostrando en cualquier caso una diligencia extraordinaria en las labores de reconstrucción, así que por ahora estos números deben ser leídos con relativa frialdad.