Land Rover empieza a trabajar (por fin) en el nuevo Defender

La última vez que supimos algo del próximo Defender, se decía que el todoterreno que ha definido y define la identidad de Land Rover saldría a la venta en 2014. Ahora, esta fecha se ha transformado mágicamente en «mediados de 2015», dando a entender que los rumores sobre las dificultades del fabricante británico para sacar adelante el proyecto eran muy reales. Mientras nosotros estábamos rompiéndonos los nudillos con las previas de los salones de Nueva York y Shanghái, John Edwards, nuevo director de marca de Land Rover, indicó que su compañía se está tomando en serio el relevo de la generación actual, y que deberíamos ver los primeros resultados del proyecto «en los próximos dos a tres años».

Según Autocar, sin embargo, no se espera que los primeros Defender de nueva generación empiecen a salir de las cadenas hasta mediados de 2015, por lo que cabe suponer que esos «resultados» a los que aduce Edwards se materializarán de forma conceptual. Se dice en los pasillos, que parte de esta tardanza tendría que ver con la incapacidad inicial de Land Rover para proporcionar al nuevo Defender una plataforma lo suficientemente ligera. Este problema ya se ha resuelto de una vez por todas, y Tata, compañía matriz de Jaguar Land Rover, realizará una gran inversión para sacar adelante el modelo, cuya fabricación requerirá la ampliación de las instalaciones actuales.

Gallery: Land Rover Defender

Considerando el enorme peso que tiene el Defender en la historia y la reputación de Land Rover, es comprensible que la compañía se ande con pies de plomo. Pero detrás del nuevo Defender hay algo más que la intención de mantener intacta la leyenda: Land Rover, que ha visto caer las ventas de su estrella con el paso de los años hasta niveles puramente minoritarios (las poco más de 18.000 unidades de 2010 así lo atestiguan), piensa hacer lo posible para aumentar su cuota de mercado en el disputado segmento de los todoterrenos comerciales, donde Toyota impone su ley.