Saab pide la declaración en bancarrota

Bueno, pues lo peor que le podía pasar a Saab, ha pasado. Ante la negativa de GM de aceptar cualquier acuerdo que incluyera compañías chinas de por medio, Youngman ha comunicado a Saab que no le va a dar ni un solo euro más. SWAN, en consecuencia, ha decidido cambiar su postura para el encuentro con la corte que gestiona su proceso de restructuración.

Ahora SWAN pedirá la declaración en bancarrota, por ser «lo mejor para los acreedores y empleados de la compañía». Se espera que esta bancarrota sea oficial a lo largo de la mañana, aunque con el comunicado en la mano, está claro que este es el fin de Saab tal y como la conocemos.

Ahora quedará por ver si de la liquidación de sus activos, tal y como sucediera en su día como Rover, acaba por salir un comprador que se quede con el nombre comercial y algo de su estructura productiva, y la reviva, en Suecia o en China, a medio plazo. En todo caso, el nombre de Saab sólo puede usarse con el consentimiento de la homónima empresa aeronáutica, que tiene derecho a veto y seguramente se negaría a ciertas maniobras con su prestigio.