El matrimonio Volkswagen Suzuki ya es conocido, pese a su juventud, como uno de los más conflictivos de los últimos tiempos en la industria automovilística mundial. Mientras los alemanes de Wolfsburgo quieren meter más la mano dentro del fabricante nipón, este, celoso de su intimidad y su independencia, no está por la labor, y quiere seguir siendo plenamente independiente.
Pero más allá de las rencillas, hay que buscar soluciones. En recientes declaraciones recogidas por Reuters, el responsable de la alianza por parte de Suzuki declaraba que había que «volver al punto de partida, incluyendo un nuevo reparto accionarial mutuo». Suzuki quiere «una alianza entre iguales» donde ambas partes reconozcan la independencia e importancia de su asociado, algo que creen que ahora mismo no se está dando por parte de Volkswagen que, según entendemos, quería hacerse con Suzuki de la misma manera que en su momento se hizo con Audi, SEAT o Skoda.
Veremos en qué acaba «el culebrón».
