Los motores diésel representan un minúsculo porcentaje del parque estadounidense, pero el disgusto que han dado a Volkswagen es más que notable. El grupo alemán, que prácticamente copa todas las ventas de turismos diésel en EEUU con sus TDI, se ha visto obligado a emprender una llamada a revisión con efecto sobre 168.275 Jetta 2009-2012, Golf y Audi A3 2010-2012 por culpa de un fallo mecánico que podría ocasionar un incendio.
Para ser más concretos, los pulsos del sistema de inyección podrían acoplarse con la frecuencia de la línea del inyector número dos, debilitando la conducción hasta el punto de rajarla, ocasionando una fuga de combustible. Para solucionar el problema, Volkswagen instalará un amortiguador de vibraciones.
Por el momento no tenemos constancia de que se hayan emprendido campañas de revisión en otros países por este motivo, pero estaremos con un ojo abierto por si acaso.
