Ghosn asegura que Renault-Nissan seguirán adelante con los eléctricos

Hace unos años que Carlos Ghosn tuvo una visión: el mercado global de vehículos eléctricos en el año 2020 podría alcanzar el 10% del total de coches vendidos. Es más, según Ghosn, Renault-Nissan colocarán 1,6 millones de coches eléctricos en 2016.

Con el lento nacimiento de este tipo de vehículos, que de momento no están respondiendo a la demanda esperada, mucha gente se pregunta si Ghosn habrá errado sus predicciones, y habrá conducido a su alianza a apostar por una tecnología a la que todavía no le ha llegado «su momento dulce». Preguntado sobre el tema, Ghosn responde categóricamente «no creo haberme equivocado» y mantiene su plan estratégico para fabricar más eléctricos que nadie.

Como con toda novedad «importante» de la industria, más con una de esta tipología, en la que la infraestructura y la conciencia social tienen una especial importancia, es obvio que el arranque tenía que ser complicado «por necesidad», y lento. De no ser así, todos los fabricantes se habrían lanzado ya al «mundo eléctrico».

De acuerdo con Nissan, en Estados Unidos no queda un solo Leaf buscando propietario, pues su producción está completamente «colocada» a estas alturas, y allí tendrán que esperar a la apertura en los próximos meses de una planta por parte de los nipones, donde se fabricará el modelo eléctrico. En Europa ocurrirá algo similar con la fabricación del Leaf en Sunderland, que ayer ya te comentamos.

Ghosn asegura que la estrategia eléctrica de la alianza que dirige es «una apuesta a medio y largo plazo». Y no podemos estar más de acuerdo. Con precios del combustible en constante alza, los fabricantes han de apostar su futuro a mecánicas de gasolina más eficientes y de menor consumo, o apostar por híbridos y eléctricos. Aquellos que como VAG puedan apostar a los dos tipos de tecnología, sin duda lo harán.

Pero para que la «fiebre eléctrica» comience de verdad, pasarán dos o tres años, en los que cada ciudadano deberá acabar encontrándose con algún vecino o conocido que haya comprado un eléctrico «y le haya salido bien». Porque al final, estas evoluciones y revoluciones acaban funcionando y sosteniéndose más en el boca a boca, y una lenta transformación de la visión social del automóvil eléctrico, que en una campaña promocional fuerte.

Con la salida al mercado del Zoe y del Twizy en Europa, no cabe duda de que podremos medir también el alcance del efecto eléctrico en manos de Renault.