Ford Fiesta

El mayor atractivo del Ford Fiesta remodelado que se empieza a vender en 2013 son las versiones EcoBoost de gasolina. Hemos probado el motor Ecoboost de 125 caballos de potencia y tres cilindros.

La principal cualidad de estos motores es la usencia de vibraciones. Este motor no tiene un ralenti especialmente bajo, según la aguja del cuentarrevoluciones debe situarse entre 900 y 1000 revoluciones por minuto. Un régimen superior, por ejemplo al motor de cuatro cilindros y 122 CV de Volkswagen, que conocemos bien porque era el que tenía la unidad con la que realizamos la rueba de 100 000 kilómetros. El motor de Volkswagen tiene un régimen de ralentí que se sitúa alrededor de las 700 rpm. Probablemente estos dos sean los motores de gasolina de 125 caballos con un régimen al ralentí más suave y poco ruidoso del mercado. En varias ocasiones, en un Focus con este mismo motor, le di dos veces a la llave porque me daba la impresión de que no había arrancado. En el Fiesta no me ha ocurrido, entre otros motivos porque ya lo conozco.

Este motor Ecoboost es suave al arrancar, al ralentí y en toda la gama de revoluciones. Es turboalimentado y tiene muy buena respuesta, si bien me ha parecido que en esta unidad la entrega de potencia se producía con mayor brusquedad que en los Focus que he probado con este motor, debido a que queda más patente la entrada en acción del turbocompresor.

Ford Fiesta. Modelo 2013Aunque el motor sube bien de régimen hasta por encima de las 6000 revoluciones por minuto, no es necesario apurarlo para conseguir una buena aceleración. En la maniobra de adelantamiento para pasar de 80 a 120 km/h he medido el tiempo que tardaba en dos modalidades distintas: apurando la segunda hasta 6500 rpm y pasando a tercera poco después de superar los 100 km/h o todo el rato en tercera, que supone empezar el ejercicio con el motor a unas 3200 rpm en lugar de a 5000 rpm como en el caso anterior. Pues bien, he obtenido exactamente el mismo tiempo de las dos maneras, por lo que es mucho mejor acelerar en tercera para adelantar a coches que vayan a 80 km/h, salvo que uno se los encuentre en pendientes muy pronunciadas, en cuyo caso si puede ser ventajoso iniciar la aceleración en segunda velocidad.

Es curioso estudiar la enorme diferencia de desarrollos que hay entre la dos cajas de cambios de cinco marchas del Fiesta actual de 125 CV y del anterior de 120 CV (fichas técnicas comparativas). La segunda marcha del fiesta actual es mucho más corta que la del anterior y la tercera mucho más larga.

Cuando probamos el Ford Fiesta anterior todavía no medíamos el consumo en un recorrido fijo, para todos igual. Con el Fiesta anterior de 120 CV medimos el consumo por autovía a una velocidad promedio de 130 km/h y nos dio un consumo de 8,4 litros cada 100 kilómetros. El Fiesta actual con el motor Ecoboost de 125 CV, en nuestro recorrido habitual, ha consumido 6,7 litros. Es un consumo bajo para tratarse de un motor de gasolina. No hemos probado otros coches del mismo tamaño y potencia similar de otras marcas, pero sí tenemos datos que nos permiten hacernos una idea de que se trata de un consumo bajo.

En la comparación con otros modelos con motores de gasolina es un consumo bajo, pero todavía es claramente superior a los consumos que se consiguen con motores Diesel en este mismo recorrido. Ford no ofrece motores Diesel de más de 100 CV en la carrocería del Fiesta. Con la carrocería anterior y el motor de 95 caballos, obtuvimos un consumo un 10% inferior a una media de 130 km/h.

El consumo se ha reducido notablemente con relación al motor de 1,6 litros y 120 caballos de potencia que llevaba el Fiesta anterior, a pesar de que este motor es más potente, tiene mejor respuesta en toda la gama de revoluciones y acelera mejor. En el anterior Fiesta, el consumo homologado era un 50 por ciento superior que en el actual en recorrido urbano (5,3 litros en el Fiesta recién probado y y 7,8 litros cada cien kilómetros en el Fiesta 1.6 de 100 caballos de potencia anterior) y un 20 por ciento superior en el extraurbano (3,7 en el actual y 4,5 en el anterior). En un recorrido urbano —en el que hago 26 kilómetros por Madrid a medio día y a una media de 23 kilómetros por hora— ha consumido 6,8 litros.

En la prueba del Fiesta anterior Enrique Calle se quejaba del tacto de la dirección eléctrica. A mí no me ha resultado molesta. Como sucede en todos los coches actuales, los ingenieros mejoran constantemente la gestión electrónica de cada componente y es muy posible que es lo que haya ocurrido en el Fiesta. La dirección y las suspensiones son prácticamente idénticas. Es un coche fácil de conducir, que responde de forma similar a la mayoría de sus competidores en curva. Sobre asfalto ondulado en curva cerrada, si se pasa a mucha velocidad, es posible apreciar un rebote del eje posterior más elevado de lo deseable, que influye más en la comodidad que en el agarre.