Tecnología Hybrid Air de PSA: Llega el aire comprimido

Los híbridos de Citroën y Peugeot combinarán sus motores térmicos con un sistema de aire comprimido que les permitirá reducir su consumo y simplificar su mantenimiento, al tiempo que aumentan su autonomía y ligereza.

El Centro de Investigación y Desarrollo de PSA en Vélizy (Francia) ha acogido estos días un congreso en el que el grupo ha presentado sus tecnologías de futuro a un centenar de personalidades económicas y políticas del país. En este marco, el grupo francés PSA ha desvelado las tecnologías en las que trabaja para afrontar los próximos años y una solución técnica brilla con luz propia, la denominada Hybrid Air. Combina el motor de gasolina con el aire comprimido y será introducida en el mercado a partir de 2016.

Un sistema de gestión inteligente adapta el funcionamiento de este sistema a las exigencias de cada conductor y optimiza la eficiencia energética de acuerdo con tres modos de funcionamiento posibles de circulación: un modo aire (cero emisiones), un modo a gasolina y un modo combinado.

Según sus creadores, el sistema Hybrid Air consigue emisiones de CO2/km del orden de 69 gramos en automóviles compactos y reduce el consumo en torno al 45% frente a motorizaciones equivalentes, pudiendo circular entre el 60% y el 80% de los desplazamientos urbanos en modo Cero Emisiones.

Los Peugeot y Citroën Hybrid Air del segmento B, es decir los 208 o C3 de gasolina, gastarán unos 2,9 litros a los 100 km.

Su funcionamiento es relativamente sencillo y se explica perfectamente en el vídeo. Entres las ventajas más evidentes, cabe la pena resaltar la rebaja en el peso y la simplificación mecánica en relación a los híbridos con motor eléctrico, que requieren de baterías que además de añadir un peso extra al vehículo generan residuos contaminantes para el medioambiente.

Por otro lado, a partir de 2013 los vehículos de Peugeot y Citroën también estrenarán una plataforma modular, denominada EMP2 que como sucede con la de Volkswagen –MQB– servirá para rebajar el peso de los vehículos en torno a unos 70 kilos de media y simplificará el proceso de fabricación de los mismos, permitiendo un ahorro de coste importantes a factorías como la de Vigo.