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Ferrari tiene que reducir un 20% sus emisiones para 2021. Así lo ha acordado con las autoridades competentes en materia de emisiones de CO2, tanto en Europa como en Estados Unidos. Ha podido realizar esta negociación gracias al hecho de ser una compañía independiente a nivel societario, aunque sea parte del Grupo Fiat a nivel accionarial, zafándose así de tener que afrontar objetivos de emisiones mucho más estrictos en el caso de que sus datos de CO2 se hubieran integrado dentro de la media de flota del grupo completo.

En cualquier caso, Vittorio Dini explicó a Automotive News los planes tecnológicos para recortar en los próximos años las emisiones medias conjuntas de los 7.000 Ferraris que se venden cada ejercicio, para dejarlas en 225 gramos de CO2 por kilómetro, desde los 270 gramos que emiten hoy por hoy, bajo ciclo de homologación.

Para conseguir ese objetivo, Dini confirmó que toda la gama de modelos V8 pasará a estar equipada por motores V8 sobrealimentados, tal y como ya preveíamos tras ver la conversión del California al California T. Para los V12, la compañía plantea un programa de hibridación con tecnología similar a la empleada en LaFerrari. Explicó Dini que sobrealimentar estos grandes motores de doce pistones resulta demasiado complicado a nivel de espacio, peso y recalentamiento del vano motor.

Las palabras oficiales de Ferrari sirven de paso para desmentir la instalación de motores V6 sobrealimentados (los desarrollados para Maserati y Alfa Romeo) en ningún modelo con el cavallino rampante a corto plazo, algo que, durante la semana pasada, había cobrado fuerza en la rumorología inventiva de algunos medios estadounidenses.

Fuente: Autoblog.com