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Aprovechar las vacaciones para salir de las sendas marcadas no es problema con el Grip Control, un sistema de antideslizamiento inteligente, que mejora la motricidad en superficies como la arena o el barro.

Esta tecnología actúa sobre las ruedas motrices delanteras, asegurando la mejor adherencia en cualquier circunstancia.

El Grip Control está disponible, según versiones, en los Citroën C4 Cactus, Berlingo, Nuevo Jumpy y SpaceTourer.

El Grip Control optimiza la tracción y la motricidad en condiciones de baja adherencia. Esta tecnología actúa sobre las ruedas motrices delanteras en superficies como el barro o la arena, evitando que el vehículo quede atrapado.

Este dispositivo se activa fácil e intuitivamente a través de un mando giratorio situado en la consola central. La persona que conduce, por ejemplo, un Citroën C4 Cactus Rip Curl puede elegir entre uno de los cinco modos de uso disponibles, Standard, Arena, Barro, Nieve y ESP off, que adaptan la transferencia del par motor sobre el tren delantero y gestionan el sistema de frenado en función del terreno.

El modo Standard es el que se utiliza en condiciones de carretera normales, sin problemas de adherencia. Si las cosas se complican, es el momento de activar el modo Todocamino, que permite circular sin problemas por terrenos deslizantes como barro o hierba húmeda. Asegura el arranque del vehículo en estas condiciones transfiriendo el máximo par posible a la rueda que más adherencia tenga. Funciona como un diferencial de deslizamiento limitado. Se adapta perfectamente a la circulación en pistas y se mantiene activo por debajo de 80 km/h.

Por su parte, el modo Arena mantiene el deslizamiento de las dos ruedas motrices simultáneamente para permitir la progresión sobre suelo blando y limitar el riesgo de quedar atrapado en la arena. Este modo funciona hasta los 120 km/h y cambia a modo Standard si se supera esa velocidad. También puede optarse por el modo ESP Off, que ofrece al conductor la posibilidad de desconectar totalmente el ESP y el Grip Control, a velocidades de hasta 50 km/h, y gestionar la motricidad de manera autónoma.

Más útil en invierno o en alta montaña, el modo Nieve adapta de manera instantánea el control de tracción de cada una de las dos ruedas motrices a las condiciones de adherencia existentes. Cuando el coche supera los 50 km/h el sistema pasa automáticamente al modo Standard.